El interior de la catedral primada de Toledo sirvió como escenario de “Ateo”, un vídeo en el que el madrileño y la argentina se encuentran en el interior del templo religioso y comienzan a bailar la canción ante la mirada temerosa y expectante de religiosos que los espían entre las columnas.
La grabación, cargada de escenas sensuales, había sido permitida por el Cabildo de la catedral y justificada por el deán, Juan Miguel Ferrer, al entender que presentaba “la historia de una conversión mediante el amor humano”.
En una carta, Ferrer reconoce que es cierto que el vídeo utiliza "un lenguaje visual provocador", pero "no afecta a la fe", puntualiza. Sin embargo, tras la polémica pide disculpas por si a "algunas personas les pudiera producir desagrado" o herir su sensibilidad.
Tras la publicación el pasado viernes del videoclip, que lleva ya más de 4,6 millones de reproducciones en Youtube, el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, contradijo al deán y lamentó “profundamente” la grabación, además de pedir perdón a los fieles por el “uso indebido” de un lugar sagrado.
También algunos fieles quisieron expresar su desacuerdo concentrándose frente a la catedral, portando velas, para rezar el rosario como “acto de reparación”.