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Una larga fila de personas bordeada desde la entrada del teatro hasta la vereda de la calle Independencia Nacional. Este era el escenario afuera de donde se realizaría el concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) que regresaría a presentarse en este recinto luego de más de un año de no poder hacerlo.
Bajo la dirección de Willian Aguayo, la OSN salía a escena puntualmente a las 19:30, para comenzar presentando la Serenata para Cuerdas, del compositor y violinista checo Josef Suk, ejecución que fue bien recibida por la platea.
El homenaje a Astor Piazzolla, en recordación de su centenario de nacimiento, se dio luego con la interpretación de su famosa obra “Las cuatro estaciones porteñas” en las que, musicalmente, representó a las diferentes emociones que evocan estas diferentes partes del año.
Para abordar las partes de violín solista, los músicos Fabio Araújo y Gustavo Lara, en dicho orden, se dividieron las “estaciones” para demostrar con técnica y sensibilidad los diferentes estados de ánimo que plasmó el bandoneonista y compositor argentino, nacido el 11 de marzo de 1921. La gente evidenció su disfrute entregando fuertes aplausos.
Lastimosamente, a pesar de que adentro se vivió una gran fiesta de la música, mucha gente quedó afuera. Algunos expresaron que aún teniendo reserva no pudieron ingresar y alegaron que se dejó entrar a gente que no había reservado con tiempo su asiento.