Según ha explicado el músico en un largo hilo de mensajes, su decisión se debe a que, debido a su historial médico y las posibles contraindicaciones de la inyección, su doctor le ha desaconsejado someterse a la misma.
"Pasé el virus hace un año con síntomas leves, así que me siento confiado en que sería capaz de sobrellevarlo de nuevo, pero no tan seguro de sobrevivir a otro brote del síndrome de Guillain-Barré", ha argumentado Parada sobre una afección que ya sufrió de pequeño y que "ha ido a peor" con el tiempo.
Se trata de un efecto notificado en un pequeño porcentaje de los vacunados contra el covid-19 y que produce que el sistema inmunitario del organismo ataque los nervios.
“En mi caso, los riesgos superan con mucho los beneficios”, insiste el baterista, que se reconoce “incapaz así de cumplir los mandatos de esta industria”, por lo que “recientemente se ha decidido” que “no era seguro” tenerlo alrededor “ni en el estudio ni de gira”.
Parada argumenta que este hilo es una denuncia de la situación de las personas para las que, como él, constituye un riesgo mayor el someterse a las vacunas y que por su decisión han sido "aisladas".
"Espero que podamos aprender que hay espacio para todas las perspectivas y temores. Evitemos esta tendencia desafortunada a dominar, deshumanizar y cerrar puertas a otros. La población que duda no es un grupo monolítico y necesita ser escuchada", reclama.
A este respecto, Parada asegura que no guarda “sentimientos negativos” contra su banda. “Están haciendo lo que consideran que es mejor para ellos y yo estoy haciendo lo mismo. Les deseo lo mejor”, concluye su mensaje.