“Es ciencia-ficción pero también es una realidad”, explicó a Efe el compositor mexicano que lidera el proyecto, Felipe Pérez Santiago. “Se está creando una obra específicamente para mandarse al espacio. Ya se ha hecho antes, muchas agencias han transmitido obras y composiciones específicas pero la gran diferencia es que esta es una obra colectiva, una pieza que estamos creando a base de las grabaciones que llegan de gente de todo el mundo”, dijo el también director de orquesta.
A través de la aplicación “The Earthling Proyect”, cualquier persona con un teléfono inteligente y acceso a internet puede grabar “algo que sienta que lo representa como ser humano”, para que luego Pérez Santiago lo incluya en una de sus composiciones, divididas por temáticas, en las que las voces interactúan entre ellas como si realmente estuvieran cantando en el mismo lugar.
“Es muy emocionante oír una canción de amor, por ejemplo, a una cantante mexicana con un cantante de la india y otro de Nueva Zelanda, y todos interactuando como si estuvieran cantando la misma canción”, explicó el músico.
Hasta el momento, cuentan con grabaciones de usuarios de 45 países y el material para el primer disco está ya enviado para su edición e introducción en los dispositivos que serán lanzados. “Estas primeras voces se irán a la luna”, dijo Pérez Santiago.
Sobre las próximas grabaciones se están explorando otras posibilidades, entre las que se encuentran enviarlas a la estación espacial internacional, a otros planetas del sistema solar “o incluso más lejos”. El compositor quiso poner énfasis en el interés que guarda el proyecto de incluir voces de todos los lugares posibles del mundo.
“Aclaro la importancia que tiene para nosotros la voz de cualquier persona: un arquitecto, un niño, un vagabundo que viva en la calle o una soprano famosísima. No es sobre la belleza de la voz humana es sobre la experiencia de la voz humana”, indicó.
HERMANAMIENTO ENTRE MÚSICA Y CIENCIA
El proyecto Earthling nació a partir de las residencias artísticas del Instituto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI, por sus siglas en inglés) en las que se propone un trabajo conjunto entre artistas y científicos para la difusión de la ciencia a través del arte. Pérez Santiago fue el primer músico en participar en este programa y quiso unirse a él la astrofísica Jill Tarter, fundadora de SETI junto a personas como el reconocido Carl Sagan.
“La doctora Tarter, a quien admiro muchísimo, me dijo ‘oye ¿por qué no hacemos algo relacionado con música y sonido que sea representativo de la humanidad?’. Algo como para darle seguimiento al Golden Record”, explicó el músico.
El disco de oro (Golden Record) de las Voyager es un disco de gramófono que acompaña a las sondas espaciales Voyager, lanzadas en 1977. En él se incluyen todo tipo de imágenes, dibujos, fotografías y música, entre otras cosas, que representan “lo que era la humanidad en ese momento”. En la parte musical se hizo un comisionado para incluir piezas clásicas de compositores como Mozart o Brahms pero también canciones de The Beatles.
La diferencia es que el proyecto Earthling llevará al espacio una obra creada especialmente para la ocasión a partir de voces humanas de todo el mundo. Y esta vez, la organización Arch Mission Foundation está creando discos con una tecnología mucho más actual. “Son discos pequeños hechos de níquel prácticamente indestructibles. Están creados para sobrevivir durante alrededor de 5.000 millones de años en condiciones extremas. En ellos están grabando la información más relevante de este momento en imágenes vídeos, audios y también música”, dijo el músico.
UN ACERVO DE LA ESPECIE HUMANA
La misión de la Arch Mission Foundation, fundada en 2015, es crear múltiples depósitos de conocimiento humano alrededor del Sistema Solar e incluso en la Tierra para que se mantengan intactos durante miles de millones de años. En este sentido, el proyecto Earthling contribuye a la creación de este acervo pero también pretenden que la población actual pueda acceder a todas las grabaciones que se envíen a través de la aplicación y próximamente abrirán esa biblioteca. Además, las obras que se mandarán al espacio compuestas por Pérez Santiago a partir de los audios de la aplicación también llegarán próximamente a plataformas como Spotify, Youtube o Soundcloud.
Felipe Pérez Santiago encontró en este proyecto una manera de cumplir un sueño ya que, desde niño su padre le inculcó la pasión por la ciencia y siempre estuvo muy interesado en la vinculación entre arte y ciencia. Además de compositor y director de orquesta es ingeniero de sonido, productor, artista sonoro y compuso la banda sonora de las películas del también mexicano Carlos Cuarón, que ahora prepara su última cinta “Amalgama”.