“Su corazón simplemente dijo basta”, informó su novia Lisa Caserta al portal especializado en el espectáculo TMZ, y aseguró que Hill sufría una enfermedad coronaria desde hacía años.
Hill trabajó durante la década de 1970 para la familia mafiosa Lucchese en Nueva York, y su historia fue narrada por el escritor Nicholas Pileggi en el libro “Wiseguy”, en el que se basó Scorsese para su famosa película de 1990 protagonizada por Ray Liotta.
“Hasta donde recuerdo, siempre he querido ser un gángster. Para nosotros vivir de cualquier otra manera era absurdo”, decía Liotta en una de las escenas más reconocidas del filme.
Tras llevar a cabo el famoso atraco de Lufthansa en el aeropuerto JFK neoyorquino en 1978, en el que se robaron 5 millones de dólares, Hill se convirtió en un informador del FBI cuando fue arrestado por tráfico de drogas. Como “soplón”, sus testimonios ayudaron a encarcelar a docenas de compañeros mafiosos y formó parte del programa federal de testigos protegidos durante casi una década.
Sin embargo, no pudo mantenerse al margen de la peligrosa vida callejera y fue expulsado del programa federal por tráfico de drogas en la década de 1990.
Era colaborador habitual del conocido programa radiofónico “The Howard Stern Show”, donde solía comentar sus andanzas con la mafia y subrayaba que pese a sus numerosas fechorías nunca había matado a nadie. Hill, quien aseguraba haber probado todas las drogas posibles, publicó su propia historia en un libro titulado “Gangsters and Goodfellas: The Mob, Witness Protection, and Life on the Run” en 2004.
En 2008, fue arrestado en San Bernardino, California, por conducir en estado de embriaguez.
Hill había nacido en Brooklyn, hijo de padre irlandés y madre italiana, y fue en el conocido barrio neoyorquino donde comenzó su carrera delictiva.