El disco se inicia con el Salmo 73, que está incluido con el título “Dios para siempre”. Hermosa les ha puesto música a los versículos del 25 al 28. El disco incluye también varias canciones con letras de su hijo Lucas Israel Hermosa: “El que habita en ti”, “Aunque esté muerto... vivirá!”, “El principio y el fin” y “De tu mano”.
En total son 16 canciones, varias con letra y música del cantante: “Al gran maestro”, “Isla de amor”, “Vosotros sois la luz”, “Infierno y Edén”, “Déjame amarte, Jesús”, “Jesús, no es la religión”, “Querido pastor”, que es una polca en guaraní, y “Hoy nos casamos”.

Lucas Hermosa, con más de treinta años de trayectoria, primero en orquestas, luego con Oscar Pérez y la Alegre Fórmula Nueva, y solista desde los años noventa, se ha convertido en cantante cristiano. “He recibido una inspiración divina, entonces he realizado este disco con letras evangelísticas para los jóvenes que están desorientados, confundidos”, señala el cantante.

De la orquestación de los temas se ha encargado el teclista José Farías, quien se inició en el rock, a comienzos de los años ochenta, y desde hace unos años se dedica a la música cristiana, junto con Peco Sandoval.