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Pese a lo dispuesto en la ley que lo creó, el premio no fue entregado por el Presidente de la República. El galardón fue recibido de manos del jefe de gabinete civil, Juan Carlos López Moreira. Este hecho generó el repudio de varios colegas de Delgado, quienes destacaron el “secretismo” del Poder Ejecutivo.
El premio debía haber sido entregado en noviembre pasado. La ley expresa que el acto de entrega debe ser público, en el Salón Independencia del Palacio de Gobierno, y presidido por el Presidente de la República, en este caso, Horacio Cartes.
“En cualquier Estado que se precie de seriedad, este tipo de premios lo entrega la máxima autoridad de la Nación, con una solemnidad repetida en cada caso, como en el caso de España, donde es el Rey quien participa y entrega al titular del homenaje, y jamás lo podría hacer o sustituir otro funcionario. Pretender hacerlo es una burla a la ley y un insulto al galardonado. Y el funcionario inferior que incurriera en esta grosería debería ser sancionado con la expulsión por el desmadre que comete a las disposiciones de una ley que establece otra disposición”, dijo el proyectista de la ley, Julio César Frutos Coronel, en su cuenta de Facebook.
El Jurado estuvo integrado por Maybell Lebrón –galardonada en la edición de 2015–, Bernardo Neri Farina, Enrique Marini Palmieri, Julio César Benegas y Estela Appleyard, en un veredicto emitido en octubre de 2017.
La entrega del premio, consistente en un cheque por valor de G. 102.000.000, se realizó en Palacio de Gobierno por parte del ministro secretario general y jefe del gabinete civil de la Presidencia de la República, Juan Carlos López Moreira.
El Premio Nacional de Literatura fue instituido por ley en 1997 y es otorgado por el Congreso Nacional.