Alfredo Chaves presenta “Ser/Yuyo”, un poemario con versos salvavidas

Como una herramienta para conocerse es como Alfredo Chaves llegó a la escritura. Este pensamiento le llevó a escribir poesías en las que se vio reflejado él y donde también desarrolló su visión sobre cómo vivimos en comunidad en esta ciudad. Fruto de estas reflexiones nació el poemario “Ser/Yuyo”, que será lanzado mañana en Sala La Correíta (Gral. Díaz c/ Don Bosco), a las 22:00. En la ocasión se presentará la obra breve “Yuyal”, que nace de este universo. Acceso libre.

Alfredo Miliki Chaves
El actor y director Alfredo “Miliki” Chaves lanzará mañana su primer poemario, con un evento la Sala La Correíta.Jess Rivas

El asfalto asunceno está sembrado por las pisadas cotidianas de gente que va y viene. Y en otro cuadro, el rígido cemento de los edificios se alzan teniendo ventaja contra los pocos árboles que van quedando. Pero en ese paisaje urbano, no dejan de proliferar los yuyos que surgen de entre las rendijas hacia la luz.

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Así se vio a sí mismo y vio a la sociedad Alfredo Chaves, quien lanza su primer poemario “Ser/Yuyo”, con versos donde atrapó ese espíritu de resistencia humana ante la avanzada del caos. Encontró que entre la dureza de las estructuras, físicas, mentales o sociales, podemos crecer tanto individual como de forma colectiva.

Pero para llegar a esto, sin pensar en que sus versos de cómo ve al mundo llegarían a un poemario, Alfredo empezó a escribir para sacar afuera sus emociones, como consejo de la psicóloga de su colegio. Incluso, afirmó que durante mucho tiempo se subestimó como artista, al no empezar desde temprana edad. Pero la escritura lo acompañó en todos sus procesos, mientras seguía leyendo y pensando en una posible producción de poesía, algo que hizo click durante la pandemia.

Poemario.

“Imaginate que empezó como recomendación de la psicóloga. Claramente era algo que me ayudaba y así sigue siendo. Yo creo que cada persona le encuentra el uso que le sirve del arte y a mí siempre me salvó, como un túnel de escape para salir de la cárcel”, afirmó Alfredo Chaves, más conocido en el mundo artístico como “Miliki”.

Asimismo, planteó que con la escritura uno puede verse más allá de lo superficial. “Es como un espejo donde no ves tu cuerpo, tus arrugas, sino que ves cómo estás de verdad, tus oscuridades, sombras, debilidades, y también podés identificar muchos patrones que quizás normalizás o ignorás y finalmente pasan a ser una parte súper importante de tu impronta”, señaló.

Literatura para narrar nuestras verdades

Acerca de los versos que terminaron dándole vida a “Ser/Yuyo”, contó que estos llegaron a las hojas luego de reunir visiones sobre muchos motivos. “Plasmo mucho mi visión sobre el mundo, sobre la literatura, hay opiniones sobre las problemáticas en las que estamos insertos; es como un poemario muy asunceno en ese sentido. Se le ve al cemento, se le huele a la calle, se escucha el barullo y tiene mucho más de eso, del afán de retratar a la ciudad desde otro lado. Acá tenemos mucho eso de querer retratar a nuestro país y sociedad desde el arte, entonces hay mucho de retrato, de situaciones, de fragmentos de cosas que ví por la vida, finalmente terminan siendo como postales literarias de esa mi Asunción”, detalló.

En ese sentido, explicó que para él el arte siempre fue un espacio que sirve como vehículo para dar luz a “todos esos temas o problemas que se quieren mantener a escondidas”. Profundizó en que el arte puede construir mostrando la belleza de todo lo que existe, siendo así “una forma interesante para visibilizar esas contradicciones que tenemos escondidas”.

“Por más de que no necesariamente todo sea denuncia, densidad o drama, sí hay una necesidad de apropiarnos de esa narrativa o esa idea que tenemos de Asunción, de lo lindo supuestamente de Asunción para empezar a cuestionar ¿qué es eso lindo? y ¿será que es lindo?”, se preguntó.

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Siguiendo esa línea pensó en “esa mentira que nos sigue vendiendo Nenecho (intendente de Asunción) de que supuestamente somos la capital verde, pero nos estamos quedando sin árboles. Entonces hay muchas mentiras en esas ideas que se imponen y son las imperantes. Ahí un poco el arte nos sirve para ir buscando nuestras propias verdades como pueblo, como individualidades o como distintas poblaciones que ocupamos este territorio”.

Subrayó que podemos construir desde nuestra perspectiva de la realidad que vivimos pero que “muchas veces está como segmentada o invisibilizada”. Así, para él se trata de “darle luz a esos yuyitos que están escondidos al costado del puente o debajo de una parada, que muchas veces pasan desapercibidos, pero en esos detalles y rincones encontrás lo que para mí es la esencia y belleza de esta ciudad”.

Metáforas para renacer

Si bien el pensarnos a las personas como yuyos es una idea principal, afirmó también que el título del poemario tiene varias intenciones. “Es un verso que no significa una sola cosa, depende de cómo lo mires, de quién lo lea y qué esté buscando quien lea”, remarcó.

No obstante, destacó la siguiente idea: “si buscás en la RAE el yuyo es una yerba mala, y acá en Paraguay el yuyo tiene tantas bondades. Una yerba mala con bondades, es como un oxímoron. Y siempre caemos en esta dicotomía de lo lindo y lo feo, entonces me parece que es lindo encontrar que hay belleza en esa yerba mala”, insistió.

“En el contexto urbano el yuyo es como esta fuerza que logra atravesar el cemento, es una plantita que crece en cualquier lugar aunque vos no quieras y termina creciendo más grande del edificio, como el ambay que sale de una pared y si no le cortás va a medir diez metros. Eso me parece que es muy paraguayo, crecemos en el cemento contra todo pronóstico, damos frutos, florecemos y llegamos a lugares insospechados, porque somos como los yuyos o somos como una red, aparece uno y nos vamos multiplicando, y aunque le saquen al primero somos miles, y aunque saquen a varios siguen los demás, como esa posta que nos vamos pasando para sobrevivir en esta ciudad”.

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De lo personal a lo comunitario

Pensando al arte desde ese punto, Chaves confirmó que para él es esencial, en todo momento, pensar hacia lo colectivo ya que un acto artístico puede ser punta de lanza para cambios sociales. “Lo lindo de la poesía es que cuando leés un poema te sentís acompañado, decís ‘yo viví esto, ví esta imagen’, te das cuenta que el sentir individual no es tan personal como parece, la subjetividad no es tan individual. Somos una reproducción de experiencias que vienen repitiéndose hace miles de años y en la medida en que nos demos cuenta de eso y que la historia cambió cuando los diferentes pueblos se dieron cuenta de esto, de que no están solos, de que juntos pueden llegar a un consenso, apuntar hacia un lado, la historia empezó a cambiar según el deseo de los pueblos y eso es algo que nos olvidamos en Paraguay”, enfatizó.

El autor, quien también se desempeña como actor y dramaturgo en la escena nacional, profundizó en que “vivimos pensando que desde arriba siempre van a cambiar las cosas y vivimos tratando de aguantar este calvario mintiendo con una supuesta belleza, siendo que en realidad al reconocer nuestra belleza tenemos mucho más poder que inclusive tratando de fingir que somos parecidos a Buenos Aires o Miami”.

Afirmó que mirándonos y entendiéndonos desde nuestra idiosincarcia, incluso con “lo que puede ser visto como valle, feo, precario, también está nuestra potencia”. Entonces, “al darnos cuenta de eso podemos llegar a vivir de otra manera, mirar el mundo de otra forma y capaz que un poema o una serie de poemas o imágenes que leo en un poema me abren un poco esa ventana para pensar: ¿yo de qué lado estoy? ¿parte de qué comunidad lo que soy? ¿qué hago yo en este lugar? ¿qué me hace ser paraguayo? ¿el guaraní o el tereré me hacen ser paraguayo o el dolor que sufro por estar acá o la falta de acceso a la salud mental? Un poema desnuda todas estas reflexiones y preguntas y detonan mucho movimiento entre las ideas”.

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Versos de pasamano

Y como parte fundamental de ese proceso colectivo, resaltó la mirada de los demás por sobre la creación de cada uno. En este caso, Alfredo tenía un montón de poemas que pasaron por el ojo crítico del actor y director Ronald Von Knobloch, quien ayudó a terminar de consolidar la identidad de la obra.

“Siempre hago esto, de compartir mis procesos creativos incluso con gente que no es del teatro. Lo mismo me pasa en la poesía, donde es tan solitario el proceso, no tengo con quién hablarlo, pero debería ser colectivo siempre, enriquece mucho más. Al mismo tiempo me termina reafirmando lo que yo quiero ser. Escuchar otras opiniones te ayuda a reafirmar la tuya. Pero sí, los artistas en Paraguay tenemos todavía muchos procesos por delante y entender que el arte no es solo un capricho del artista. O sea, en el capricho está la impronta también pero ¿hasta qué punto? ¿Sirve para una función social o tuya personal? Que está bien, porque puede ser tu terapia también. Estas preguntas se vinculan a los procesos creativos de los artistas son preguntas que yo creo que se ven reflejadas en el producto de “Ser/Yuyo”. No podría hacerlo solo, me volvería loco, entonces siempre agradezco a los grupos, es muy enriquecedor”, expresó, dejando abierta la puerta al debate.

Finalmente, celebró este lanzamiento que lo tiene lleno de emociones y de felicidad al contribuir a las letras en el Paraguay. Sobre ese mundo, afirmó que “la poesía está tan abandonada en nuestro país, pero escribo para que lea la gente, como decía Carmen Soler, escribo para que mis versos se vayan de pasamano en la fábrica”, cerró.

El poemario se puede conseguir contactando al autor a través del link en su biografía de Instagram: @milikicha

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