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Enzo no podía escapar de eso que lo llamaba, a pesar de que en su linaje no había antecedentes de escritores. Pero su madre lo llevaba a las ferias de libros, en su casa había una gran y nutrida biblioteca y eso bastaba. De padres comerciantes y de clase trabajadora, enseguida sintió que la literatura tenía un lugar especial en su historia.
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“Me dí cuenta que (la literatura) le gustaba a mi mamá y fue un deseo que enseguida tuve también. Quise convertirme en esa persona que generaba en los demás eso que me generaban tantos escritores y escritoras, esa ensoñación que significa leer y transportar a otra persona a otro mundo y comunicarse con gente más allá del tiempo y la distancia, de la muerte, porque la literatura también es un diálogo con los que estuvieron antes que nosotros, es una botella que uno tira al mar para un futuro en el que uno no va a estar”.
Eso empezó diciendo en una entrevista para ABC, donde agradeció tener la posibilidad de que en su infancia y juventud lo apoyaron a seguir este camino. Cuando se dio cuenta, ya estaba escribiendo, primero mirando a otros escritores, pero llegado el momento empezando a buscar esa tan anhelada voz propia.
Entre novelas de intriga o detectivescas al comienzo, devoró lecturas de “best sellers” para darse cuenta que eso “inocentemente” le generaba adrenalina. Pero al estudiar conoció a Julio Cortázar, y otros, y todo eso que tenía que ver con lo fantástico.
Pensarse en la sociedad
“Un día empecé a darme cuenta de eso que te dicen de ‘pinta tu aldea y pintarás el mundo’. Entonces empecé a pensar: ¿qué me pasa a mí? ¿cuáles son mis problemáticas, mis intereses? Así eso de empezar a buscar el estilo, la forma de narrar, se va dando. Finalmente me dí cuenta que no tiene que ver tanto con un estilo propio sino que cada libro te pide una manera de ser contado. Es una formación constante, nunca se llega a ‘este es mi estilo’, o espero no llegar nunca, espero estar siempre buscándolo”, comentó al respecto.
“Historias de putas” (2008), “Ruda macho” (2010), “El impostor” (2011), “Electrónica” (2014), “Hágase usted mismo” (2018) e “Higiene sexual del soltero” (2023) son las obras que avalan la creación literaria de Maqueira, y con las que recorre ese camino de buscar siempre eso que contar.
“Fui encontrando, o tal vez la crítica u otros escritores me fueron marcando, que de alguna manera mis ficciones abordaban temáticas sociales con respecto a un análisis sociológico de la sociedad contemporánea de lo que nos pasa en este primer cuarto del siglo 21″, pensó.
¿Cómo llegó a decantar por ese lado, casi existencialista? “Creo que tiene que ver un poco con la soledad, siempre fui bastante solitario, todos los escritores tendemos a serlo, sin dudas escribo para comunicar y tender puentes entre mi soledad y el resto del mundo. Esa soledad tiene que ver con sentirse un poco aparte, como que no encajo, pero es algo que sucede a los artistas en general. Es inevitable que para comunicar tu visión del mundo tengas que también tratar de entender el mundo. Fue eso, acercar lo que creo es mi visión y lo que uno ve alrededor”, pensó.
Un debate necesario
Siempre siguiendo esa línea, su último libro “Higiene sexual del soltero” aborda esa pregunta “¿De qué manera la escuela, la familia y el contexto disciplinan a un niño para convertirlo en una máquina de avasallarlo todo?”.
Enzo confirma que “quería generar debate de cosas que son necesarias hablar”, porque para él también es urgente revisar dónde están parados los varones respecto a las transformaciones sociales que vive el mundo. Él habla desde lo más próximo que es su país, donde en 2015 con el #NiUnaMenos “las mujeres empezaron a tomar lugares de empoderamiento, a ser conscientes con cuestiones que tienen que ver con la represión del patriarcado hacia ellas, con los comportamientos de los varones”.
Al respecto, él observa que los hombres están aún “en otra”. “A los varones los veo todavía aferrados a la barra con su cerveza en la mano mirando cómo bailan las chicas, no pueden salir de ese lugar. Entonces quería específicamente abrir una ventana para que las mujeres se asomaran al universo de los varones”.
Asimismo, planteó que ya no alcanza con decir “los hombres somos todos malos”, sino que hay que deben empezar a preguntarse ¿por qué se dice eso? “Quiero que las mujeres entiendan cómo es esa fábrica de machos, qué precios pagamos también y que los hombres empezaran a reconocer que hay también una dosis de represión y obligación que tenemos de la cual no somos conscientes para nada. Y muchos hombres se enojan, pero yo quiero que los hombres hablen de esto, que se pongan a discutir, que se queden pensando. Siempre creí en la literatura como una vía para comprometerse con la realidad, con lo social. No digo que deba ser siempre así pero es válido”, sentenció.
Por dar un ejemplo, dijo que un mandato típico de los hombres es el hecho de tener que estar con muchas mujeres. “Creemos que es algo que necesitamos o queremos, pero no. Crees que si no lo hacés sos menos hombre porque te lo dicen, y eso genera vacío y tristeza. Sobre todo en América Latina tenemos una triste historia de machismo que debemos erradicar”, subrayó.
Romper la matriz
Maqueira ve así a este libro como su apuesta a movilizar las sensibilidades masculinas, algo que también históricamente se intenta ocultar por cuestiones de costumbres patriarcales.
“El verdadero enemigo es el patriarcado tomado de la mano del capitalismo salvaje que pone a la mujer como un objeto sexual a ser vendido y comprado, que da al hombre la idea de que tiene que ser ambicioso y exitoso, tener dinero. También las religiones. Todo es un delirio absoluto. Somos víctimas de un sistema que nos oprime, reprime, nos obliga a comportarnos de una manera determinada”, lamentó el escritor.
Así, el libro también funciona para él no solo como un escrito para otros sino como una revisión de su vida misma. Al mismo momento de la entrevista nota, entre risas, que sin querer él está vestido de una remera de color liso y sobrio y yo con una remera colorida.
“Seguro muchos hombres allá no visten de rosa, todo es negro, azul o marrón. O no podemos llorar, está mal visto que lo hagamos, o vamos a las trompadas cuando nos sentimos atacados, o están los celos, la posesión, mantener a mi familia que es un gran mandato. Un montón de cosas que tienen que ver con cómo nos configuraron. Somos todos víctimas”, indicó sobre el sistema capitalista.
Sobre los debates que ya se han generado sobre la obra o sobre sus opiniones (incluso de gente que no leyó la obra), donde sobre todo hombres comentan que no se toman por aludidos a la hora de pensarse criados bajo ciertos mandatos, dijo que todo sirve a la hora de mover el avispero.
“Si hay madres que crian hombres ‘machirulos’ o si hay hombres que no permiten trabajar a sus esposas porque ellos tienen la responsabilidad, no es culpa de un individuo o serían pocos casos. Acá tenemos un asesinato de un feminicidio cada 30 horas, entonces no es una cuestión de individuos, es una matriz de funcionamiento de la sociedad que viene de arrastre, que ya está en la Biblia. Dios y su hijo son hombres, tiene una mujer nada más, una es puta y la otra es virgen. Entonces todo se fue construyendo y creo que sí, todos ahora tenemos una responsabilidad que es empezar a buscar la vuelta para reencontrarnos. Creo que ya es hora de empezar a buscar soluciones. ¿Qué nos enseñaron? ¿De dónde viene? ¿Cómo lo podemos resolver?”, insistió.
Maqueira observó que en su país si bien se aprobó la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, por otro lado los feminicidios no bajaron, o en los medios, “salvo algunas excepciones, prendés la televisión y hay seis hombres de traje hablando y opinando, o en la política la mayoría siguen siendo hombres”.
Entonces “es hora de que nos sentemos a tratar de comprender. Ningún pibe nace ‘machirulo’, se va construyendo. Ser mujer es una construcción, ser hombre también. El libro busca un poco eso, desentrañar ¿por qué somos así como somos? ¿Cómo se construye un hombre? Y en estos últimos tiempos ¿qué posibilidades hay de salirnos de esa matriz? e intentar caminar distinto”, cerró.
La presencia de Enzo Maqueira en Paraguay se da en el marco de la serie de eventos Words & Sound, el primer festival de música y literatura de nuestro país, que desembarca así en la FIL Asunción. En esta oportunidad, la presentación de su novela estará a cargo del músico y escritor paraguayo Juan Ramírez Biedermann, a las 20:00.