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“Elijo no borrarte, no soltar los últimos hilos que te alcanzan”, reza una de las líneas que se materializan en el primer poemario físico de Benjamín. Este compendio de poemas que lanzará al público se trata de “un paseo por las habitaciones de mi memoria”, según expresó en conversación con ABC Color.
Pero este se trata de su primera publicación ya que, como todo en esta era digital, ella ya venía publicando sus letras a través de las redes sociales, un medio que sirvió para que ella pueda conectar con la gente. Esto sirvió además para que sus amigos y familiares la animen a publicar un libro.
Julieta afirmó además que el camino, desde que empezó a escribir, fue liberador e íntimo. “Escribir es un encuentro conmigo misma. Necesitaba sacar lo que tenía adentro y creo que yo empecé a escribir para mí y después me dijeron: tenés que publicar, subir a las redes, mostrar, porque otras personas se pueden sentir identificadas o tocadas por eso que estás escribiendo”, relató.
Pero para Benjamín el arte es parte de su vida desde hace mucho tiempo, ya que también es actriz, productora y docente. De niña vio a su abuelo expresarse con la pintura. A su abuela, con la música. Y, tras años de dedicarse al teatro y a la comunicación audiovisual, encontró en la poesía un espacio de juego, un lienzo blanco para ella.
Ella empezó estudiando actuación e interpretación poética en la academia de la actriz Lourdes Llanes, de donde egresó. Ahí empieza a descubrir el mundo de la poesía que “antes desconocía”. “Mi amor por la poesía nace en el teatro”, contó, para luego afirmar que su encuentro con la escritura se da hace dos años y se desarrollar desde “una necesidad terapéutica”.
“Ya las otras áreas artísticas no me eran suficientes, como que ya no me bastaban las otras formas de expresión”, indicó, para explicar con eso que necesitaba otra forma más “honesta” de expresarse, si bien ya escribía en la adolescencia pero no era muy consciente del poder de la escritura.
Ahora entiende que “expresar lo que uno siente es salud”, por lo que este vehículo es para ella algo que, como artista, la hace sentir muy afortunada de poder haber descubierto. No obstante, dijo que no solo por ser artistas es importante expresarse sino que esa necesidad es algo inherente al ser humano.
“Las personas tenemos que tomar ese hábito de expresar lo que sentimos, comunicar las cosas que tenemos adentro, como dice una canción que me encanta y que canta Mercedes Sosa: “Sacar las cosas afuera para que adentro nazcan cosas nuevas”. Esa frase es muy poderosa porque los seres humanos cuando compartimos nuestros sentimientos, cuando nos conectamos con los demás, ahí surge el aprendizaje, la reflexión. A veces tenemos cosas en nuestra cabeza o corazón que estamos reprimiendo, y cuando salen a la luz podemos entender mejor también. Hace que nos entendamos mejor, podamos crear lazos más sanos y sobre todo nos sentimos más livianos al caminar por la vida, nos da perspectiva. Cuando está todo muy adentro no hay mucha claridad, cuando expresamos para afuera podemos ver con perspectiva los sentimientos o conflictos”, reflexionó.
Honrar la memoria
Entre la alegría, la emoción y la afirmación de que poner a consideración del mundo su obra es un acto de “desnudarse”, Julieta reconoció también que aún tiene mucho camino por recorrer y descubrir.
“Sé que me esperan muchas aventuras todavía, pero hasta este momento viví tantas cosas lindas y tristes, y tener la posibilidad de poder registrar esas cotidianeidades o esos momentos también nostálgicos, en un libro, es para mí dejar una partecita de mí en este mundo”, subrayó.
Al respecto, confirmó que el libro es un “registro demasiado valioso” sobre su vida, por lo que en él está implícita su alma con sus “luces y sombras”.
“Una vez que me decidí a publicar me dí cuenta que todas las poesías hacían o ejercían esa función de recordar, por eso el título, porque este libro busca honrar la memoria. Tal vez el mensaje sea elegir recordar, aceptar todas las piezas que tenemos en nuestras vidas, todos los personajes de nuestras películas, porque de repente yo escucho “olvidate de eso, de lo otro, de esa persona”, sin embargo yo creo que, volviendo a la parte terapéutica, es tan importante aceptar nuestras raíces. Todas las personas que pasaron por nuestras vidas vinieron a enseñarnos”, resaltó.
Finalmente recordó dos frases: “”La vida no es la que uno vivió, sino la que recuerda y cómo la recuerda para contarla” , de Gabriel García Márquez; y “El olvido está lleno de memoria”, por Mario Benedetti. Ambas fueron su inspiración para decidir abrazar sus memorias y decidir conectar con la gente.