“No creo ni por un segundo en las declaraciones de tipo ‘nada será como antes’. Al contrario, creo que será exactamente igual”, asegura el escritor francés contemporáneo más leído en el extranjero, en una carta leída este lunes en la emisora France Inter.
"No nos despertaremos después del confinamiento en un nuevo mundo, será el mismo pero un poco peor", insiste Houellebecq, tan popular como polémico.
La epidemia del coronavirus, estima el novelista, "debería arrojar como principal resultado la aceleración de algunas mutaciones en curso", en particular, "la disminución del contacto humano".
La crisis "ofrece una magnífica razón de ser a esta marcada tendencia: una cierta obsolescencia que parece golpear las relaciones humanas", afirma.
“Sería falso afirmar además que hemos redescubierto lo trágico, la muerte, la finitud, etc”, prosigue el escritor, señalando en su carta a los autores que se confinaron en sus segundas residencias. Mientras que la epidemia de la covid-19 mató a casi 25.000 personas en Francia, el escritor afirma que “nunca antes la muerte fue tan discreta como en estas últimas semanas”.
“Las víctimas se resumen a una unidad en la estadística de muertes diarias y la angustia que se propaga entre la población a medida que el número total aumenta tiene algo de extrañamente abstracto”, continúa el autor de “Plataforma” y “Sumisión”.
“Otra cifra habrá cobrado gran importancia en estas semanas, la de la edad de los enfermos. ¿Hasta cuándo conviene reanimarlos, curarlos? ¿70, 75, 80 años?”, escribe Houellebecq. Nunca antes habíamos expresado con una indecencia tan serena el hecho de que la vida de todos los individuos no tiene el mismo valor".