De esta forma se han pronunciado en una entrevista concedida a Efe Carlos López y Carlos Núñez, quienes han repasado su trayectoria, acompañados por Martín O“Connor, quien pasó a formar parte del grupo tras el fallecimiento de Daniel Rabinovich.
Los tres junto con Jorge Maronna, Marcos Mundstock y Horacio Tato Turano representan en Pamplona desde hoy y hasta el sábado “¡Chist!”, una antología con sus obras más celebradas.
Será el próximo 4 de septiembre cuando cumplan sus bodas de oro, un acontecimiento que será conmemorado en “todo el mundo con algo así como el día del trabajador“, en palabras de Núñez, quien explica que tienen la costumbre de celebrar sus cumpleaños y si les coincide en Argentina lo hacen con un asado y haciéndose regalos.
Mientras tanto continuarán sobre unos escenarios que por el momento no tienen intención de dejar. “Estamos muy felices, ¿por qué habríamos de dejarlo mientras podamos?“, se pregunta López, mientras su compañero Núñez apunta que será la “naturaleza la que decida“, pero “no sé en que orden“, bromea.
Al mirar atrás se muestran “muy agradecidos con el invento“, con “el hijo” que les ha dado de vivir y les ha dado “mucha felicidad.”
“La síntesis es que hemos sido benditos con este oficio que al mismo tiempo inventamos nosotros“, sostiene López. Ninguno quiere hablar de la fórmula mágica de su éxito, porque eso sería “como revelar los trucos de los magos“, según O“Connor y además, agrega, Núñez, podrían “robarles” el secreto.
“Lo que ha sucedido -explica- es que somos un grupo de personas que se ha reunido mágicamente por el mismo amor a la música y un cierto sentido del humor“, personas que se estaban preparando para otra cosa en la vida y que de pronto formaron un grupo que no ha dejado de crecer y les ha permitido llevar su producto “por todos lados con “muchísimo éxito“, de lo que se sienten “muy orgullos.” Cuatro generaciones de espectadores han visto en estos años unos montajes que “no han cambiado absolutamente nada en el formato“, que ha conservado “siempre cotas de calidad y refinamiento” que no sobrepasan y que es parte del secreto de su fórmula.
“Nunca hicimos concesiones para lograr un mayor público, hemos mantenido el formato“, afirma Núñez. El suyo es un espectáculo “multifacético porque hay humor, música, teatro, comedia y una fuerte parodia a la cultura, a todo tipo de culturas“, remarcan, tras lo que se muestran satisfechos porque no han cedido a las “tentaciones del humorismo actual, que es el humor más fácil.”
Para Les Luthiers no se puede hacer humor de cualquier cosa hay temas sociales, humanos y universales con los que, en su opinión, no se puede bromear.
“No nos hacen gracia y por lo tanto no lo cultivamos, no usamos esos temas“, indica Núñez, tras lo que O“Connor precisa que en sus montajes “se juega mucho con el absurdo de distorsiones de la vida cotidiana, con personajes reales como un político, un artista o un cantante de medio pelo.”
Frente a sus espectáculos en los que uno se divierte “sin escuchar groserías“, contraponen el humor que se hace en televisión y que, a juicio de López, es “flojo, basto.”
Al respecto reconocen que los ritmos son muy diferentes y muchas veces en televisión se debe ser ingenioso y divertido una o más veces por semana.
“A nosotros nos lleva un año escribir 120 minutos de humor“, puntualiza Núñez, quien compara esto con “la televisión que es la trituradora, la devoradora de ideas.”