En el sepelio se escucharon las palabras de Alcides Roa, presidente de Autores Paraguayos Asociados (APA), entidad de la que fuera Encina Ramos uno de sus fundadores. El mismo manifestó que el poeta era "un ciudadano honorable, maestro de juventudes. Era multifacético, profesor de guaraní, estudioso del idioma y escritor brillante. Su vida pasó como un ejemplo de vida", dijo finalmente Roa.

Por su parte, Graciela Martínez habló en representación del programa "Paraguay hai háicha" de Radio Nacional, que conduce Rosalba Denis, y expresó: "El nació poeta, suspiró poesía y expiró poesía. Encina Ramos murió recitando, pues hasta el último momento recordó obras de Emiliano y otros". Finalmente, Graciela leyó una de las obras del vate.

A Encina Ramos le sobreviven su esposa Lina Calixta, y una hija religiosa, la hermana Selva, quien actualmente se encuentra en París cumpliendo una misión.
"Al brote de un bardo, había escrito Emiliano R. Fernández en 1948, rezan las flores al amanecer del día. Asimismo, declaro que surge una criatura que mañana nomás se elevará más allá de las nubes".

Nació en Villarrica, en el barrio Cancha Cué, cerca de la estación del ferrocarril, el 20 de octubre de 1924. En 1935 vino a Asunción y siguió sus estudios hasta el sexto grado en el colegio Monseñor Lasagna. Fue fundador de APA, fue redactor en español y guaraní del periódico "La voz del mutilado". Colaboró con ABC, Patria, Hoy y Ultima Hora. En marzo de este año fue seleccionada su obra "Las cien mejores obras en guaraní" para la Biblioteca de Alejandría, en Egipto.