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Con su décimo aniversario como mejor excusa, Radio Disney preparó una fiesta donde, entre música en vivo, regalos, mensajes grabados, momentos de baile y complicidad 'teen', en el Jockey Club Paraguayo renació una atmósfera pop para 5.000 personas, al más puro estilo Disney.
El cantautor paraguayo Iván Zavala fue el encargado de la apertura, cuando –pasadas las 19:30– debutó en el Jockey para ofrecer “Te regalo” –su primer corte de difusión– y seguidamente “Y yo”, ambas canciones incluidas en su anunciado primer disco, “Imposible”.
Eran las 19:40, cuando el cantautor argentino Axel saltó al escenario con el grito de sus fanáticas locales, cuya fidelidad fue creciendo en los últimos años. “Un nuevo sol”, “Te voy a amar” y “Verte reír” fueron el puntapié de una presentación que mostró la solidez que el cantante hoy presenta sobre el escenario.
Como “una de las canciones más frescas del nuevo disco”, presentó “Pensando en ti”, e invitó a bailar. Al piano, interpretó uno de sus grandes éxitos, aquel hit radial que fue “Amo”, y que dejó escapar uno de los más altos gritos de la noche.
Entre palmas y bailes, sonaba “Vuelve”, otro éxito del intérprete. Más tarde, “Tu amor por siempre” y “Celebra la vida” –con la bandera paraguaya en el hombro– mantenían la frescura del show, en el que Axel brilló como plato fuerte del cartel.
Mientras agradecía el cariño de los paraguayos, el cantante repitió “Tu amor por siempre”, esta vez bajando del escenario para acercarse lo más posible a sus fans de las distintas ubicaciones del VIP. Axel desafió una oleada de fans, que difícilmente le permitieron desplazarse cómodamente.
Tan Biónica –la banda de pop-rock que pisa fuerte en la Argentina– regresó al Paraguay luego de un primer show sin mucha convocatoria, en setiembre del año pasado. Con mayor rotación en las radios y una seguridad escénica notable, tras un año de presentaciones entre el Luna Park y giras internacionales, la banda de “Chano” Moreno (voz), Sebastián Seoane (guitarra), “Bambi” Moreno (bajo) y Diego Lichtenstein (batería) hizo uso y abuso de sus canciones radiables, para hacer bailar.
Con “El duelo”, “Arruinarse”, “Loca”, “Obsesionario en La Mayor” y “Ella”, Tan Biónica supo adueñarse de la noche, pese a algunas desafinaciones del vocalista, que no le restaron mérito al show.
Formada para la serie de Disney “Peter Punk”, cuya segunda temporada será lanzada el año que viene, los Rock Bones pusieron su dosis de rock al público infantojuvenil de Disney.
Juan Ciancio (voz y bajo), Gastón Vietto (guitarra) y Guido Pennelli (batería) –sus edades van entre los 18 y los 22– demostraron que es posible hacer música para chicos con recursos que ofrece el rock. Con guitarras distorsionadas, solos y el soporte de dos músicos, el trío power juvenil interpretó “No va a cambiar”, “Superrealidad”, “Mi verdad”, “Somos invencibles” y “Familia punk”, todos incluidos en su disco debut.
También hubo lugar para el reggae, con “Pasó el tiempo”, un estreno del próximo álbum, y el cover “Stop”. Los rockstars de Disney agitaron cabezas y pidieron volver.
El dúo mexicano de pop alternativo Jesse & Joy dio el show más potente de la noche, con un repertorio cargado de canciones cuidadosamente producidas, una estética acorde y una puesta en escena luminosa.
Con arreglos de vientos, los hermanos Jesse Huerta y Joy Huerta salieron al escenario y regalaron su arte con “Aquí voy”, “Espacio sideral”, “Gotitas de amor” y “¿Con quién se queda el perro?”. Las canciones, todas coreadas por los fans, entregaron el toque personal y de frescura a la noche.
Emocionada, la cantante interpretó “La de mala suerte”, para seguir después con el conocido “Chocolate”. “Ya no quiero” y “Corre” cerraron el show, que valió para demostrar que este dúo tiene mucho que aportar a la escena pop local. Y los resultados ya están vistos, con sus múltiples nominaciones a los Grammy Latinos.
Humos, juego de luces y confetis despedían una noche pop que sirvió –otra vez– para saber que en Paraguay es posible realizar espectáculos a la altura, enfocados a distintos géneros y sonidos, con un público –esta vez infantojuvenil– que se emociona… y agradece.