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“Los pasos de acercamiento entre las dos naciones nos colocan ante un nuevo escenario y, además, la historia no se puede borrar”, declaró Rodríguez sobre la reciente apertura de la embajada estadounidense en La Habana, por parte del secretario de Estado, John Kerry.
“Escucharle decir a John Kerry que ya no somos rivales ni enemigos, sino simplemente vecinos, es fuerte. Juro que quisiera verlo así”, escribió el músico de la Nueva Trova cubana en su blog (segundacita.blogspot.com).
Kerry encabezó la ceremonia de izada de la bandera en la embajada norteamericana en La Habana y su discurso fue trasmitido en vivo por la televisión cubana y publicado íntegramente por la prensa escrita de la isla, que están bajo control del Estado.
“Todavía sangramos por algunas heridas abiertas que requieren sutura y tratamientos. Todo lo que hagamos en adelante, abrirá o cerrará esas lesiones. Todo lo que digamos provocará dolor o alivio”, dijo Rodríguez y sugirió: “tratemos de hacernos el bien, intentémoslo siempre”.
Afirmó que “fui un hombre de paz; que fui de los que quisieron que, más que vecinos, fuéramos amigos”, pero “siendo casi un niño, tuve que aprender a manejar las armas para defenderme de sus políticos y de sus militares”.
“Y no lo digo para caldear los ánimos o para encender algo que ya no brille con luz propia. Aquellos jóvenes que no pudieron llegar a mi edad, y muchos otros, están en mi memoria”, añadió.
Rodríguez fue uno de los invitados por La Habana a la apertura de la embajada cubana en Washington el pasado 20 de julio, día de restablecimiento formal de relaciones diplomáticas, rotas en 1961.
Ese tiempo de desencuentro y tensiones políticas entre los dos países sólo dejó “la tierra yerma que medio siglo de fuego y demonios más bien han secado”, dijo Rodríguez.