Schwarzenegger, que presentó hoy su película “El último desafío” ("The Last Stand") en el país natal de su director, el surcoreano Kim Ji-wook, calificó el entrenamiento diario como parte de su vida y aseguró que es “lo que me da la posibilidad de acudir a un estudio” para rodar películas de acción.
El actor, que se apartó del cine mientras ocupó el puesto de gobernador del estado de California (EE.UU.) entre 2003 y 2011, también comentó que los retos a los que se tuvo que enfrentar en su experiencia como político le han servido para ser “un mejor intérprete” de cara a su vuelta a la gran pantalla.
“No me siento viejo”, sentenció Arnold antes de calificar como “muy interesante” el personaje que interpreta en la cinta, Ray Owens, un policía de Los Angeles que, tras abandonar el trabajo en las calles por su avanzada edad, regresa como sheriff a su pequeño y tranquilo pueblo natal.
Aun así, no faltan guiños humorísticos sobre la edad del veterano actor en “El último desafío”, un thriller con destellos de comedia en el que el español Eduardo Noriega interpreta a Gabriel Cortez, un poderoso capo mexicano del narcotráfico que en su huida se topa con el sheriff, al que llama “abuelito”.
Es entonces cuando Ray Owens saca al “héroe que lleva dentro”, en palabras de Schwarzenegger, para plantar cara al peligroso delincuente hasta llegar a la lucha cara a cara con el fin de impedir que complete su huida a México.
El que fue protagonista de clásicos del cine de acción como “Desafío total” ("Total Recall") y las series de “Conan” o “Terminator” aseguró que en “El último desafío” no tuvo problemas de comunicación con Kim Ji-woon a pesar de requerir de intérpretes durante el rodaje de esta inusual producción de Hollywood a cargo de un director surcoreano.
En todo caso, “El último desafío” no parece convencer demasiado al público y sin conseguir espectaculares cifras en taquilla a nivel mundial desde que el pasado enero debutara en EE.UU. en el puesto 10 con 6,3 millones de dólares (unos 4,6 millones de euros) de recaudación.