Ambas partes llegaron a un “acuerdo amigable” y, por lo tanto, no se va a ir a juicio, señaló a Efe Eunice Sigler, directora de la oficina de relaciones públicas del 11 Circuito Judicial del Tribunal de Miami-Dade.
El acuerdo fue presentado hoy ante la jueza encargada del caso, Abby Cynamon, tras un proceso judicial de más de tres años y varios aplazamientos, en el que el caso parecía encaminado a terminar en un juicio.
El siguiente paso, explicó Sigler, será la presentación ante el tribunal, probablemente la semana próxima, de una 'resolución extrajudicial' (settlement stipulation) para que la jueza la revise y cierre el caso.
“Ambas partes anunciaron esta mañana que habían alcanzado un acuerdo amigable y, una vez que presenten” los términos de este acuerdo ante el tribunal y se revise, la Corte “desestimará el caso”, señaló esta fuente judicial en un comunicado.
Rubio afrontaba una demanda de cerca de un millón de dólares (729.852 euros) interpuesta en noviembre de 2010 por CMG Entertainment, con sede en Miami, el Fondo Mixto de Cultura de Boyacá (Colombia) y la corporación cultural Viva La Música, por presunto incumplimiento de contrato, al no actuar en un concierto en la ciudad colombiana de Tunja (centro) en aquel año.
La “Chica dorada” de la música pop siempre había defendido que no pudo presentarse por problemas surgidos con el transporte aéreo a Tunja y las malas condiciones meteorológicas, y en ningún caso por un fallo suyo.
Los demandantes argumentaban, por su parte, que la cantante mexicana debía volar de Medellín a Bogotá, y desde allí recorrer unos 130 kilómetros en automóvil hasta Tunja, ya que la ciudad no cuenta con aeropuerto para vuelos comerciales.
Rubio exigió un avión privado para trasladarse a Tunja (capital del departamento colombiano de Boyacá) y a pesar de que el contrato no lo establecía, CMG Entertainment fletó un avión privado que la artista pagó por aproximadamente 6.000 dólares (4.379 euros), según un documento judicial al que tuvo acceso Efe.
El piloto esperó a Rubio durante “más de cinco horas” y cuando la cantante llegó ya no se podía volar a esa hora a Tunja por restricciones sobre una parte del espacio aéreo, según los alegatos de los demandantes.