Gabriella Thérèse Marie nació a las 17H04 locales (16H04 GMT) y Jacques Honoré Rainier lo hizo dos minutos más tarde. Ambos, así como su madre, “están bien” , precisó el palacio. Aunque nació después que su hermana, Jacques tiene prioridad en el orden de sucesión por ser varón.
Los bebés, que nacieron en la maternidad del hospital Princesa Grace, toman los títulos de antiguos feudos de la familia Grimaldi: Jacques es marqués de Baux (en la región francesa de Provenza) y Gabriella condesa de Carladès (en Auvergne). Los nacimientos fueron anunciados a la población con 42 disparos de cañón (21 por cada uno), constató la AFP. Los padres habían anunciado que derogaban la costumbre de tirar 101 disparos de cañón por un varón y 21 por una niña.
Después de los 42 cañonazos disparados desde un viejo fuerte sobre el mar, las campanas de las iglesias deben sonar durante 15 minutos, seguidas por las sirenas de los barcos en la ciudad Estado mediterránea. La tradición establece que una proclamación firmada por el soberano Alberto II de Mónaco debe ser exhibida en la entrada del palacio, donde se abrirán un registro de firmas.
Los monegascos están invitados a engalanar los edificios con la bandera roja y blanca del principado, hasta el día de la presentación de los mellizos por sus padres en un balcón del palacio, en un día que será feriado. Para evitar una avalancha de regalos, los príncipes prefieren donaciones que serán redistribuidas a distintas asociaciones.
Alberto de Mónaco había afirmado antes del nacimiento que no quería conocer el sexo de los bebés: “Como ustedes saben, en la vida uno no tiene muchas posibilidades de tener sorpresas tan agradables. Por eso prefiero no conocer el sexo de los bebés antes del nacimiento”.
El príncipe monegasco, de 56 años, se casó con la ex campeona de natación sudafricana Charlene Wittstock, de 36 años, en julio de 2011, en una fastuosa ceremonia. Alberto II ya es padre de una hija y un hijo extramatrimoniales, a los que luego reconoció oficialmente. Jazmin Grace, de 22 años, cuya madre es una excamarera estadounidense, y Alexandre, de 11 años, nacido de una relación con la azafata francesa de origen togolesa. Ninguno de los dos puede sucederlo.
La llegada de un nuevo heredero supone un alivio para el añejo principado de Mónaco. Durante años, Alberto fue un cotizado solterón, habitual de las portadas de las revistas del corazón y del mundillo de famosos en Europa, hasta el punto en que su padre Rainiero, inquieto ante el cariz que tomaba la sucesión, había modificado la Constitución en 2002, tres años antes de su muerte, para permitir si fuera necesario a sus hijas Carolina y Estefanía suceder a Alberto.
Rainiero III se había casado con la famosa actriz estadounidense Grace Kelly tras un fulgurante romance, que arrancó en el Festival de Cannes de 1955. Tras siete meses de noviazgo decidieron casarse y apenas nueve meses de la “boda del siglo” nació Carolina. Alberto nació al año siguiente y luego Estefanía.
Alberto II fue príncipe heredero durante 47 años antes de convertirse en el soberano del diminuto principado. Se casó con la campeona de natación sudafricana Charlene Wittsock en 2011, once años después de su primer encuentro. La alegría de los residentes de Mónaco fue espontánea, numerosas personas se congregaron con banderas a las puertas del palacio, iluminado con brillantes lucecitas rojas.
“Un niño y una niña: ¡Es la elección de un rey!” exclamó Michéle Mattoni. “Para todos los monegascos es una explosión de alegría” añadió Marguerite-Marie Bergonzi, de una vieja familia del principado. La monarquía monegasca de todas maneras tenía asegurado el futuro. Carolina, la hermana mayor del príncipe, es abuela de un niño y una niña, y está en camino otro.
Sacha nació de la unión del hijo de Carolina, Andrea Casiraghi, y de la colombiana Tatiana Santo Domingo, en marzo de 2013. La pareja espera otro bebé. Rafael, hijo de Charlotte Casiraghi y del humorista Gad Elmaleh, nació en diciembre del mismo año.