El intérprete realizó esas declaraciones en una entrevista concedida al programa Good Morning America en la cadena ABC mientras promocionaba su próximo filme, The Forger.
Travolta salió al paso de las recientes descalificaciones contra la Cienciología motivadas por el estreno en HBO del documental Going Clear: Scientology and the Prison of Belief, en el que un grupo de antiguos fieles de esa iglesia, entre ellos el director de cine Paul Haggis, hablan de los presuntos maltratos que sufren sus miembros.
“He sido parte (de la Cienciología) durante cuarenta años y he disfrutado cada minuto, y a mi familia le ha ido muy bien. Es algo hermoso para mí, he salvado vidas, salvé mi propia vida en varias ocasiones”, comentó Travolta, que considera que la campaña de desprestigio ocurre porque “cuando algo funciona bien se convierte en objetivo (de crítica)”.
El actor afirmó que fue su fe la que le ayudó a superar la pérdida de su hijo Jett, que falleció de una apoplejía en 2009 con 16 años, e invitó a que la audiencia se informara antes de opinar sobre la Cienciología.
“La gente no la comprende. Tiene que tomarse un tiempo y leer un libro, ese es mi consejo. A menos que lo hagas, estarás especulando y creo que eso es un error”, manifestó.
En Going Clear: Scientology and the Prison of Belief se relatan abusos físicos y psicológicos como parte del funcionamiento de esa fe creada en 1954 por el escritor estadounidense L. R. Hubbard, y las presiones que sufren quienes tratan de abandonarla. Esas personas parecen verse abocadas a un proceso de “desconexión”, por el que cualquier familiar o amigo que pertenece a la Cienciología es obligado a darle la espalda.
Según el documental, ciertos castigos pueden llegar a un punto denigrante, como limpiar el suelo de un cuarto de baño con la lengua, o el atribuido a la actriz Nazanin Boniadi, que tuvo que lavar los retretes con un cepillo de dientes tras no cumplir con las tareas que se le encomendaron como nueva pareja de Tom Cruise.
Buena parte del documental se enfoca en el papel de Cruise y Travolta a la hora de reclutar miembros y obtener fondos, y cómo la organización supuestamente ha controlado las vidas de ambos.
Desde la Iglesia de la Cienciología se ha calificado el documental de “propaganda de primera categoría” basado en comentarios de personas deshonestas, hipócritas y que actúan de forma oportunista.