Tras el escándalo, conocido un día antes de que se cerrase el plazo para votar en los premios de la Academia, la candidatura no se materializó y la cinta únicamente se llevó una nominación al mejor guion adaptado.
Los rumores habían comenzado en las redes sociales poco antes, durante los Globos de Oro, una gala marcada por las protestas contra el acoso sexual a las mujeres en Hollywood.
Los artistas desfilaron de negro en la alfombra roja como denuncia y muchos de ellos llevaban pines con la frase “Time's Up” ("Se acabó el tiempo").
Durante la ceremonia, varias actrices cargaron en Twitter contra la hipocresía de Franco por llevar una de esas insignias, ya que aseguraron que fue responsable de episodios de acoso sexual en el pasado.
“Bonito pin, James Franco. ¿Te acuerdas de la vez en la que me bajaste la cabeza hacia tu pene al descubierto en un coche? ¿O de la otra vez en la que le dijiste a mi amiga que fuera a tu hotel cuando tenía 17 años después de que ya te hubieran pillado haciendo lo mismo a otra chica diferente de 17 años?”, dijo la actriz Violet Paley.
Finalmente, fueron cinco mujeres, cuatro de ellas alumnas de Franco, quienes acusaron al actor en las páginas del periódico Los Angeles Times de explotación sexual y comportamiento sexual indebido.
El relato de Sarah Tither-Kaplan fue especialmente llamativo. Según su testimonio, se le pidió que, durante el rodaje de The Long Home, apareciera en una “escena extra” donde se celebraba una orgía y en la que Franco simulaba practicar sexo oral a las mujeres.
Sin embargo, según Kaplan, Franco quitó las protecciones de plástico que cubrían las vaginas de las mujeres antes de simular el sexo oral. Franco, que ganó el premio al mejor actor de comedia por The Disaster Artist en los Globos de Oro, apareció en el programa nocturno The Late Show y afirmó que las acusaciones contra él no eran “precisas”.
“Las cosas que he oído que están en Twitter no son precisas, pero apoyo completamente que la gente salga y sea capaz de tener una voz porque no tuvieron una voz durante mucho tiempo. Así que no quiero detenerles de ninguna manera. Es una cosa buena y lo apoyo”, dijo Franco en una entrevista con Stephen Colbert.
Desde entonces, Franco, muy popular por su papel en la saga original de Spider-Man y por cintas como Pineapple Express, 127 Hours (nominado al Óscar) o Rise of the Planet of the Apes, no volvió a aparecer en los medios y decidió adoptar un perfil bajo, sin llamar la atención y volcado en el trabajo.
La industria no le ha dado la espalda, ya que HBO seguirá contando con él en la segunda temporada de la serie The Deuce, en la que lleva a cabo un doble papel, y mantiene en cartera varios proyectos cinematográficos, entre ellos, la película Future World. El mismo día que se lanzó el tráiler de esa cinta apocalíptica, dirigida por el propio Franco junto a Bruce Thierry Cheung, la estrella del artista en el Paseo de la Fama de Hollywood apareció con la palabra “douche” ("imbécil") pintada junto a su nombre.
Franco, que tiene cerca de 40 obras en su haber como director, casi todas ellas producciones independientes de muy bajo coste, insistirá también en el terreno televisivo con The Ballad of Buster Scruggs.
Se trata de un western que preparan los hermanos Coen para Netflix y que brindará una nueva oportunidad al intérprete de encauzar una carrera marcada actualmente por un estado de absoluta zozobra, muy lejos de los tiempos en que Hollywood confió en él para proyectos de la talla de Oz the Great and Powerful o The Interview, e incluso para presentar los Óscar (2011).