“Fergie” insinuó segundas nupcias con Andrés

La británica Sarah Ferguson, de 53 años, insinuó que podría contraer segundas nupcias con su exesposo, el príncipe Andrés, tras una supuesta reconciliación que recibió el beneplácito de la reina Isabel II de Inglaterra.

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La duquesa de York, divorciada de Andrés en 1996 tras diez años de matrimonio, declaró durante la presentación de su nuevo libro infantil “Ballerina Rosie”, en un evento en Bath (suroeste de Inglaterra), que el hijo de la monarca “siempre será mi príncipe”.

“Sigue siendo mi príncipe hermoso”, dijo Sarah ante la audiencia, en medio de fuertes especulaciones por una nueva boda con el duque de York, también de 53 años.

Ferguson y el príncipe Andrés tienen dos hijas: las princesas Beatriz, de 25 años, y Eugenia, de 23.

“Nuestra historia tiene siempre un final feliz, nos respetamos y honramos cada día”, agregó, en relación a su vínculo con el duque.

“Fergie” se negó a confirmar o negar los rumores de las eventuales segundas nupcias, aunque dijo que es “encantador” que ambos compartan el mismo ideal sobre la crianza de sus hijas.

“Me casé con un príncipe hermoso, era muy, muy, muy apuesto. Incluso se casó llevando un sable. Tuvimos un casamiento hermoso. Las mamás y papás en la audiencia se acordarán, incluso deben haber tenido el día libre (por aquella boda real)”, agregó.

La pareja vive en distintas alas de la mansión Royal Lodge, en los campos del Castillo de Windsor, oeste de Londres. A comienzo del mes Sarah Ferguson y sus hijas fueron invitadas por la reina al Castillo de Balmoral, en Escocia, una señal de acercamiento entre la duquesa de York y la monarca.

La exesposa del príncipe Andrés había sido en el pasado centro de varios escándalos que la enemistaron con la Familia Real y la excluyeron de los círculos más íntimos de la Realeza, incluyendo las bodas reales.

La última polémica ocurrió en 2010, cuando Ferguson fue filmada por un dominical inglés vendiendo favores de su exmarido a cambio de una fuerte suma de dinero. Medio millón de libras (807.900 euros) fue el precio fijado por la duquesa de York para poner en contacto a su interlocutor (un periodista encubierto del ahora cerrado News of the World) con el segundo hijo de la reina Isabel II, quien desde hace una década ejerce como representante especial del Reino Unido en el área de comercio e inversiones.

Otra polémica ocurrió a principios de los 90, cuando Ferguson fue fotografiada dejándose lamer sin pudor los dedos de sus pies en una piscina por un millonario tejano, mientras sus dos hijas pequeñas jugaban a su alrededor. Esas fotografías enfurecieron al esposo de la reina, el duque Felipe de Edimburgo, quien desde entonces prometió romper toda relación con su nuera.

A pesar de la buena relación actual de Ferguson con el príncipe Andrés y de ser madre de princesas que están en la línea de sucesión al trono británico, sólo percibe una pensión anual de 15.000 libras (24.200 dólares).

Su remuneración como embajadora de la firma de dietas WeightWatchers, la publicación de libros infantiles o su papel deco-productora en la película “La joven Victoria” no le bastaron para cubrir las deudas acumuladas. En la cinta grabada en 2010 por el dominical británico, ella misma se lamentaba de su maltrecha situación económica: “Soy una contribuyente británica que dejó a la familia real por su libertad. Y esa libertad significa que no tengo nada, mi situación es desesperada”.

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