Policía y fiscalía ofrecieron una rueda de prensa en la capital alemana para dar detalles de la investigación de los bienes confiscados, entre los que hay desde un par de las típicas gafas redondas de Lennon, con la prescripción de su oftalmólogo, hasta el último diario personal del músico, en el que escribió hasta el día de su asesinato.
La historia de estos objetos -diarios escritos en 1975, 1979 y 1980, postales, una pitillera, gafas, dibujos, partituras, discos, etc- sigue rodeada de múltiples interrogantes y, por el momento, el único detenido, ayer, es el hombre que intentó venderlos a través de una casa de subastas berlinesa.
El segundo sospechoso, según la fiscalía alemana, sería el presunto autor del robo, el exchófer, que se cree que vive en Turquía y que en 2006 fue condenado en Nueva York a 60 días de prisión por intentar chantajear a la viuda de Lennon.
Los objetos se hallaron de manera fortuita el pasado julio, cuando la casa de subastas en la que el detenido había intentado colocar la mayor parte de lo robado quebró y se revisaron sus fondos dentro del procedimiento de insolvencia.
Se trataba, explicó la policía, de objetos “muy personales” que enseguida se sospechó que no habían llegado a Berlín de manera legal, por lo que se abrió una investigación policial.
Para determinar si se trataba verdaderamente de objetos de John Lennon se tomó testimonio a su viuda en el consulado alemán en Nueva York y Yoko Ono reconoció varios de ellos a través de las fotografías. Habían sido presuntamente sustraídos de su casa en 2006.
Los bienes no llegaron a salir a la venta, pero la casa de subastas los valoraba en 3,1 millones de euros (3,6 millones de dólares).
El contrato que había cerrado con el vendedor, firmado en 2014, llevó a la policía a detener ayer a un ciudadano alemán de origen turco de 58 años y a registrar tres locales en Berlín, entre ellos una pizzería.
La sorpresa fue cuando en el maletero de un coche del sospechoso, en el hueco reservado para la rueda de repuesto, los agentes encontraron una decena de nuevos objetos, como las gafas de Lennon o dibujos de “Double fantasy”, el disco que editó en 1980, el año de su muerte.
Dan por hecho que son también originales de la herencia del cantante de los Beatles, aunque todavía deben realizarse comprobaciones.
Según la investigación en marcha, los objetos salieron de Nueva York y pasaron por Turquía antes de aterrizar en Berlín, entre 2013 y 2014.
Yoko Ono ha asegurado a los agentes berlineses que nunca entregó a nadie esos objetos para que se los guardara y que tampoco los regaló, versión a la que dan crédito las autoridades alemanas, con lo que se trataría de un robo.
Falta por precisar las circunstancias, pero la policía le restó importancia porque, señaló, no son objetos que se miren todos los días.
Koral Karsan se enfrentó ya en 2006 en los tribunales neoyorquinos a Yoko Ono, acusado de chantajearla con unas fotos comprometedoras a cambio de dos millones de dólares.
El caso suscitó numerosos comentarios, sobre todo cuando The New York Times publicó una presunta carta del chófer a Yoko Ono de la que se desprendía la existencia de una relación amorosa entre ellos, que fue negada por los abogados de la viuda de Lennon.
Según los investigadores, no hay indicios de que los dos sospechosos, el detenido y el exchófer, guarden relación con una banda del crimen organizado o de que sean expertos ladrones de arte.
Yoko Ono ha mostrado su deseo de recuperar los objetos incautados en Berlín, aunque este paso dependerá del avance de las investigaciones.
La policía aseguró hoy que los conservará bajo grandes medidas de seguridad, no solo por su valor material, sino también por su especial significado para los amantes de Lennon y de la historia de la música.