El concierto de anoche fue tanto un homenaje a la artista como a Sarkozy, a quien el público jaleó en repetidas ocasiones, como cuando Bruni cantó la canción de la francesa Barbara “Si la photo est bonne”, en la que se habla de un presidente.
“Raymond, vuelve”, gritó un espectador después de que Bruni entonara “Raymond”, un tema que la cantante dedicó en un álbum publicado en 2008 al que fue presidente de la República y en el que alude al apelativo íntimo que utiliza con su marido.
El objeto del recital, dentro de una gira que llevará a Bruni por varias ciudades de Francia y que la traerá de nuevo a París en marzo, donde cantará en la sala Olympia, es presentar su nuevo trabajo, “Little french songs”, el cuarto álbum y del que ya ha vendido 110.000 ejemplares en Francia.
Ausente de los escenarios durante el tiempo que su marido fue presidente (2007-2012), Bruni (45 años) regresa ahora con aires de intérprete de “chanson” francesa, es decir, con la puesta en escena propia del género: acompañada de guitarra y piano y sobria en el vestir.
El escenario de este fin de semana en el Casino de París mostraba vídeos de Bruni, con un decorado sobrio e íntimo, sobre el que la cantante se mostró vestida con pantalón de cuero y chaqueta de terciopelo rojo.
Al primer concierto, el viernes, asistieron personalidades conocidas del arte, la escena y la moda, como el director de cine franco-polaco Roman Polanski, que acudió con su esposa, la actriz Emmanuelle Seigner; el modisto Jean Paul Gaultier o la exmodelo Inès de la Fressange.