En la demanda presentada el jueves, Calvin Cooksey le exige 14,5 millones de dólares a su hijo, alegando que perdió oportunidades profesionales tras las declaraciones de su hijo en un artículo.
Padre e hijo prácticamente no se relacionan.
Frank Ocean se convirtió en una figura destacada del hip hop en 2012 cuando dijo públicamente que su primer amor había sido un hombre.
Tras el tiroteo de Orlando en junio, en el que un hombre mató a 49 personas en una discoteca gay, el músico de 29 años contó en una red social de blogs los insultos de su padre contra una persona transexual.
“Yo tenía seis años cuando escuché a mi padre decirle ’maricón’ a una camarera transexual mientras me sacaba del restaurante del vecindario diciendo que no nos podía atender porque era sucia”, escribió Frank Ocean en la red Tumblr.
“Esa fue la última tarde en que vi a mi padre y creo que la primera vez que escuché esa palabra”.
Calvin Cooksey negó el incidente y acusó a su hijo de haberle faltado el respeto a la religión cristiana y al Islam en otras partes de su artículo, en el que Frank Ocean denunciaba la persecución de la que era víctima la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales).
El cantante “siente un odio diabólico y fuera de lugar hacia su padre”, indica la demanda, que subraya que la Biblia condena “el pecado de la homosexualidad” y el hecho de “no respetar al padre”.
Cooksey padre afirma que estaba trabajando en una película cuyas perspectivas comerciales fracasaron por las declaraciones de su hijo.
Él ya había presentado una demanda contra otra estrella del hip-hop, Russell Simmons, a quien acusó de haberlo insultado. Pero no tuvo éxito.
Ocean ganó gran reconocimiento por su álbum de debut Channel Orange en 2012, con el que destacó por su falsete en el ambiente a menudo machista del hip hop.
Su esperado siguiente trabajo, Blonde, salió en agosto. Ocean lanzó el álbum por su cuenta y optó por no someterlo a consideración de los premios Grammy, donde figuraba como un favorito.