Rudd fue dispensado de presentarse ante el tribunal, en la ciudad costera de Tauranga (norte), donde fue detenido el 6 de noviembre después de que la policía allanara su mansión.
Su abogado, Paul Mabey, dijo que el veterano rockero, de 60 años, había entregado una declaración de no culpabilidad de todos sus cargos.
Rudd, en libertad bajo fianza, ha sido acusado de amenazas de muerte - cargo que bajo la justicia neozelandesa puede suponer una pena de siete años de cárcel - posesión de cannabis y metanfetaminas.
En un principio, también fue inculpado de “intento de encargar un asesinato”, pero los fiscales desecharon la acusación por falta de pruebas.
El juez Tom Ingram ordenó la revisión del caso el próximo 10 de febrero y dijo que en caso de juicio este se desarrollará probablemente ante un juez en vez de un jurado, algo habitual en Nueva Zelanda cuando se trata de casos mediáticos.
Su abogado había afirmado con anterioridad que Rudd sufrió un “daño incalculable” al ser acusado de intento de encargar un asesinato debido a la publicidad sensacionalista mundial y que consideraría reclamar compensaciones.
AC/DC, una de las bandas más populares del mundo, sacó esta semana su último álbum Rock or Bust.
Los problemas de Rudd con la justicia ponen en entredicho su permanencia en el grupo, que planea una gira mundial para promocionar su último trabajo.