En un mensaje en Facebook, Björk compartió su experiencia “con un director danés” sin citar su nombre, pero sólo ha protagonizado esa película, estrenada en el año 2000, y fue pública su relación conflictiva con Von Trier, el cofundador del movimiento Dogma.
La artista islandesa resaltó que dado que procedía de uno de los países con mayor igualdad entre sexos y por su condición de estrella musical, le quedó claro desde el principio que la “humillación” y el “acoso sexual en grado menor” que sufrió era la norma general para el director y su equipo, que “lo hacían posible e incitaban a ello”.
“Me di cuenta de que es algo universal que un director pueda tocar y abusar de las actrices a su voluntad y que el mundo del cine lo permite. Cuando lo rechacé de forma repetida, se enfadó, me castigó y creó para su equipo una red de ilusión en la que yo parecía la difícil”, aseguró la cantante.
Su fuerza, el apoyo de su gente y no tener interés en una carrera cinematográfica le permitieron superarlo en un año, según Björk, quien denuncia ahora los hechos inspirada por otras mujeres que han hecho lo mismo recientemente, en alusión a las acusaciones de agresión sexual contra el productor de Hollywood Harvey Weinstein.
Desde que a principios de octubre surgieron las primeras acusaciones contra Weinstein, cofundador junto a su hermano Bob de Miramax y The Weinstein Company, decenas de actrices han revelado que fueron víctimas de las presuntas agresiones y abusos sexuales del poderoso productor, expulsado de la Academia de Hollywood.
i am inspired by the women everywhere who are speaking up online to tell about my experience with a danish director ....
Posted by Björk on Sunday, October 15, 2017
“El director era plenamente consciente de este juego y estoy segura de que la película que hizo después estaba basada en sus experiencias conmigo, porque fui la primera que se enfrentó y no le dejó salirse con la suya. En mi opinión tuvo una relación más justa con sus actrices tras la confrontación”, afirmó Björk en referencia a Dogville (2003), protagonizada por Nicole Kidman.
La cantante islandesa ganó el premio a la mejor actriz por su papel en Dancer in the Dark (2000), que obtuvo además la Palma de Oro, pero decidió abandonar el mundo del cine a partir de entonces.
Von Trier rechazó hoy en declaraciones a la edición digital del diario “Jyllands-Posten” las acusaciones y recordó que fue público el “gran conflicto” entre ambos durante el rodaje.
“No ha sido el caso (acoso sexual), pero es un hecho que hubo una gran enemistad entre nosotros. En cambio, realizó una de las mejores interpretaciones que se ha visto en mis películas”, dijo el director de Rompiendo las olas y Los idiotas.
El cineasta danés dijo no sentirse sorprendido por que las acusaciones hayan aparecido tantos años después, ya que según él Björk “no ha hecho otra cosa que quejarse de mí”.