Pero, aún con pinceladas geniales, el filme no tuvo hoy más que una tibia acogida que no mejoró ni con la presencia de su amplio reparto.
Bruce Willis, Edward Norton, Bill Murray, Tilda Swinton, Jason Schwartzman o Bob Balaban arroparon a Anderson en la que es su primera participación en Cannes, con una comedia tan inclasificable como suelen ser todos su trabajos y en la que un niño y una niña de 12 años descubren el amor.
Una película para la que el director ha buscado en sus recuerdos o, más bien, en “el recuerdo de las emociones”, en las sensaciones que a cada persona le quedan de la primera vez que se enamoró, explicó Anderson en una rueda de prensa. Una historia protagonizada por Jared Gilman y Kara Hayward, que dan vida a esa pareja de niños que “sienten algo que les supera”. Y “es ahí donde empieza el guión”, precisó el realizador de “Los Excéntricos Tenenbaum”, “Viaje a Darjeeling” o “Fantastic Mr. Fox”.
La acción se sitúa en 1965, en una isla a la que se sólo se puede acceder por ferry, y en la que los campamentos para “scouts” son la principal actividad. Con una imagen muy cuidada de aquella época, una estupenda música de Alexandre Desplat y una colección de personajes a cada cual más surrealista, la película promete más de lo que da, aunque hay escenas impagables y un par de protagonistas que brillan frente a un superelenco de estrellas.
“Buscamos durante 8 ó 10 meses” hasta dar con las personas adecuadas para los papeles protagonistas, que fueron Jared Gilman -“su personalidad me conquistó”- y Kara Halyward -“tenía la impresión de que ya había actuado antes”-, resaltó Anderson.
Estos dos jóvenes actores y algunos de los adultos se unieron a la familia que Anderson ha creado en el cine y de la que todos quieren formar parte, como señaló Edward Norton. El actor, que interpreta a uno de los monitores de los “scouts”, destacó que para él siempre había sido un sueño estar en una compañía estable de actores al estilo de la creada por Orson Welles en su Mercury Theater, y eso es lo que ha creado Anderson en el cine moderno.
“Lo que está bien de esta película es que hay gente con la que he trabajado mucho y otros con los que tenía muchas ganas de trabajar”, lo que ha llevado a aumentar esa familia, que para Anderson es como una gran compañía teatral.
Una relación familiar que se dejó ver hoy en la rueda de prensa y que se siente en una película en la que los vecinos de la isla son como una gran familia que se moviliza cuando a uno de sus miembros le sucede algo.
Y un tema sobre el que bromeó un divertido Bill Murray, ataviado con un complicado conjunto de camisa y chaqueta de cuadros, en rojo y negro y que también provocó algunos comentarios.
“Trabajar con un director varias veces es un placer. A veces cuando trabajas con uno, crees que no lo vas a ver nunca más, a veces incluso quieres no verle más. Y lo mismo le sucede al realizador con un actor, al que un director puede querer perder de vista”. Pero no es su caso con Anderson, agregó. “Estamos aquí para servir al filme y tenemos que trabajar a fondo”, aunque sólo nos hayan pagado “el viaje a Cannes”, señaló muy serio.
Un elenco de actores que fue lo mejor pero al mismo tiempo lo más difícil del rodaje, indicó por su parte Bruce Willis, que destacó la labor de Anderson para mantener a todo el mundo centrado en la historia. Willis es en la película el policía encargado de buscar a los niños cuando se escapan para poder estar juntos. “Fue muy refrescante ser dirigido por Anderson (....) y hacerlo en una película sobre cómo todo el mundo necesita ser amado de alguna forma, incluso los policías”.
Con “Moonrise Kingdom” comenzó hoy la competición oficial de Cannes, en la que 22 películas optarán a hacer con la Palma de Oro, una elección que recaerá en un jurado presidido por Nanni Moretti, que hoy aseguró que busca dejarse sorprender. “Son 22 filmes y nuestras diferentes sensibilidades las que se enfrentarán. Pero lo más bonito es que todos venimos sin prejuicios y con las mentes abiertas, esperando filmes que nos sorprendan”, dijo el italiano en rueda de prensa.