Félix Pérez Cardozo, "mitã guasu" del arpa paraguaya

El gran arpista paraguayo, y quizás el más conocido en el ámbito mundial por sus recopilaciones de "Pájaro campana", hoy se cumple cincuenta y cuatro años años de la desaparición y paso a la inmortalidad, como reza la letra de Atahualpa Yupanki, "y el viajero parte para no volver, hoy el arpa india se quedó dormido, como una guarania que no pudo ser...".

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Félix Pérez Cardozo nació el 20 de noviembre de 1908 en Hy’aty, una compañía de la ciudad de Villarrica, departamento del Guairá, que hoy lleva el nombre del artista. El mismo falleció en Buenos Aires, en 1952. Hijo de Teodoro Pérez y Cándida Rosa Cardozo, cursó la primaria en su pueblo natal y desde muy joven volcó todo su interés hacia el instrumento que por ese entonces tenía treinta dos cuerdas. Se cuenta que él agregaría cuatro cuerdas más para completar las cinco octavas a este instrumento diatónico, que él afinó en fa, para crear sus magistrales composiciones. Con la gran predisposición natural para el aprendizaje, recibió algunas lecciones de maestros compueblanos (de los muchos que había en el Guairá) y en forma autodidacta se convirtió en un eximio intérprete.
Viajó, como muchos otros artistas, a la capital con una pequeña maleta y el instrumento que no cabía en los pasillos del tren. Tenía que tocar para pagarse el pasaje, pero era joven y entusiasta, entonces no tenía problemas para tocar las cuerdas de tripa, hasta que se soltaran algunas. A su llegada, se rebuscó para tomar contacto con otros músicos, de quienes aprendió los secretos de la subsistencia y algunas técnicas que le faltaba y así mejorar su estilo interpretativo. Los que le conocieron y trataron con él aseguraron que tenía un genio especial como observador y un don de gente muy especial.

Cuando la Guerra del Chaco se acercaba, en 1930, formó un conjunto y, esta vez en barco, se marchó a la Argentina, con el dúo conformado por Ampelio Villalba y Diosnel Chase, además de Pedro José Carlés, un poeta sanlorenzano que se encargaba de las glosas para describir las interpretaciones en el escenario. Este trío fue el primer conjunto musical que viajó a la Argentina, donde tuvo actuaciones memorables de emisoras de la capital bonaerense, como Radio Rivadavia. Seguidamente inició varias giras por toda la República Argentina.

El gran mérito de Pérez Cardozo fue el de recopilar canciones populares paraguayas, entre las que destaca "Pájaro campana", que imita a esta ave exótica del Paraguay, pero al que dio su toque mágico de intérprete. Compuso también "El tren lechero", en recuerdo del trencito que partía de Asunción y llegaba hasta la ciudad de Luque, a la estación Patiño. Estos dos temas son emblemáticos y pertenecen al patrimonio artístico-musical del Paraguay.

Pérez Cardozo, con su gran talento, musicalizó varias obras de poetas populares paraguayos y extranjeros, con polcas, guaranias, zambas y pasodobles. Así quedaron composiciones conjuntamente con Emiliano R. Fernández, con Hilario Cuadros, piezas para arpa con el ritmo del folclore argentino del famoso "Los sesenta granaderos", canción épica argentina con ritmo de zamba.

Algunas de las composiciones para arpa dejadas por él son "Ensueño de Angelita" dedicada a su hija Angela Rosa, "Despedida", "Llegada", entre otras.
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