"No sé por dónde podría ir una tercera película porque no la va a haber. Ya he contado todo lo que quería decir sobre la violencia", afirmó Padilha al ser interrogado al respecto en la rueda de prensa posterior a la proyección de su película en el festival de Berlín.
El largometraje, que se ha convertido ya en la película que más ha recaudado en toda América Latina tras superar a "Avatar" recientemente, relata la historia de un activista pro derechos humanos que llega a convertirse en político local y entra en contacto con el protagonista de la primera parte, el violento jefe de un grupo de policial de operaciones especiales.
A juicio del realizador, esta segunda parte, que "se complementa muy bien" con la primera, explora la corrupción que padece la policía brasileña desde otro punto de vista, porque aquí quedan visibles las manipulaciones políticas. "Si la primera película hablaba de las relaciones entre la policía y los traficantes, esta segunda va más allá y cuenta las relaciones entre policías y políticos, y cómo los políticos manipulan a la policía para lograr sus intereses", argumentó Padilha.
En "Tropa de élite 2", el policía protagonista, teniente coronel Nascimento (Wagner Moura), descubre por primera vez "que es una marioneta", según el director, y mira arriba para ver "quiénes son las personas que están jugando con ellos (la policía) al ajedrez", algo que calificó de "trágico". No obstante, Padilha considera que "no tiene imaginación", porque "de una forma u otra, todo lo que está en este película ha sucedido en la realidad": "Lo que ves es lo que hay" en las calles de las grandes ciudades brasileñas.
"La policía en Brasil no está para proteger a la gente", apostilló.
Sobre el éxito de la película, resaltó que "el contenido" y su vinculación con los espectadores es lo que, por encima del "marketing" promocional de la cinta, ha llevado al público a los cines. La actriz Maria Riveiro, por su parte, destacó la capacidad de Padilha para convertir en "grandes éxitos" las películas de carácter político y con denuncia social.
Sobre la corrupción, Padilha señaló que Luis Inazio Lula da Silva, el ex presidente de Brasil, "fracasó completamente" en la lucha contra esta lacra social, pese a que cosechó varios éxitos en el ámbito económico y logró el apoyo mayoritario del pueblo. El realizador brasileño también tuvo ocasión de mostrarse satisfecho por volver a la Berlinale, en donde "Tropa de élite" obtuvo el Oso de Oro en 2008.
"Amo Berlín. Amo este festival y estaba ansioso por proyectar aquí mi película", señaló Padilha, que aseguró que la Berlinale es "el mejor de todos los festivales" porque permite la entrada de espectadores normales y no sólo público especializado y periodistas.
El largometraje, que se ha convertido ya en la película que más ha recaudado en toda América Latina tras superar a "Avatar" recientemente, relata la historia de un activista pro derechos humanos que llega a convertirse en político local y entra en contacto con el protagonista de la primera parte, el violento jefe de un grupo de policial de operaciones especiales.
A juicio del realizador, esta segunda parte, que "se complementa muy bien" con la primera, explora la corrupción que padece la policía brasileña desde otro punto de vista, porque aquí quedan visibles las manipulaciones políticas. "Si la primera película hablaba de las relaciones entre la policía y los traficantes, esta segunda va más allá y cuenta las relaciones entre policías y políticos, y cómo los políticos manipulan a la policía para lograr sus intereses", argumentó Padilha.
En "Tropa de élite 2", el policía protagonista, teniente coronel Nascimento (Wagner Moura), descubre por primera vez "que es una marioneta", según el director, y mira arriba para ver "quiénes son las personas que están jugando con ellos (la policía) al ajedrez", algo que calificó de "trágico". No obstante, Padilha considera que "no tiene imaginación", porque "de una forma u otra, todo lo que está en este película ha sucedido en la realidad": "Lo que ves es lo que hay" en las calles de las grandes ciudades brasileñas.
"La policía en Brasil no está para proteger a la gente", apostilló.
Sobre el éxito de la película, resaltó que "el contenido" y su vinculación con los espectadores es lo que, por encima del "marketing" promocional de la cinta, ha llevado al público a los cines. La actriz Maria Riveiro, por su parte, destacó la capacidad de Padilha para convertir en "grandes éxitos" las películas de carácter político y con denuncia social.
Sobre la corrupción, Padilha señaló que Luis Inazio Lula da Silva, el ex presidente de Brasil, "fracasó completamente" en la lucha contra esta lacra social, pese a que cosechó varios éxitos en el ámbito económico y logró el apoyo mayoritario del pueblo. El realizador brasileño también tuvo ocasión de mostrarse satisfecho por volver a la Berlinale, en donde "Tropa de élite" obtuvo el Oso de Oro en 2008.
"Amo Berlín. Amo este festival y estaba ansioso por proyectar aquí mi película", señaló Padilha, que aseguró que la Berlinale es "el mejor de todos los festivales" porque permite la entrada de espectadores normales y no sólo público especializado y periodistas.