LO IMPORTANTE SOY YO, POR LARS VON TRIER
Lars von Trier, experto en apretar al máximo las tuercas del sufrimiento, no podía privarse de filmar en “ Melancholia ” su peculiar Apocalipsis, en medio de una suntuosa boda y en plena campiña inglesa. Charlotte Gainsbourg sufre el pánico, pero una ciclotímica Kirsten Dunst decide abrirse un buen vino y disfrutar del espectáculo.
EE.UU. SE ENCARGA, POR ROLAND EMMERICH
Si la amenaza es alienígena, lo mejor es que los estadounidenses tomen el control, más aún, si es el día de su fiesta nacional, el 4 de julio, y Will Smith es el protagonista. En “Día de la Independencia” se recomienda el contraataque, sin importar las víctimas que se cobre la operación kamikaze. Tras este éxito, Roland Emmerich repitió catastrofismo en “ El Día Después de Mañana” y “2012”.
EL HOMBRE EN EXTINCIÓN, POR ALFONSO CUARÓN
En “Hijos de los Hombres”, el año es el 2027 y el país es Inglaterra. El hombre está perdiendo su capacidad de reproducirse y Clive Owen y Julianne Moore tienen que salvar al último hijo de los hombres.
Apocalipsis filosófica con una hermana gemela (“Ceguera”, según un texto de Jose Saramago y dirigida por Fernando Meirelles) y una prima (“La Carretera”, basada en la novela de Cormac McCarthy).
METEORITOS SIMULTÁNEOS, POR “ARMAGEDÓN” E “IMPACTO PROFUNDO”
Dos películas de estreno simultáneo se preocuparon por una misma manera de desaparecer de la faz de la Tierra: un meteorito que, en manos de Michael Bay, tuvieron que esquivar Bruce Willis y Ben Affleck en misión espacial, y que en las de Mimi Leder, luchaban desde abajo un Morgan Freeman como presidente negro mucho antes que Obama y un adolescente Elijah Wood.
UNA MODELO SALVARÁ EL MUNDO, POR LUC BESSON
La escultural Milla Jovovich vestida en un célebre (y mínimo) vestido de vinilo blanco se convertía en la clave para salvar el mundo en “El Quinto Elemento”, acción muy imaginativa de Luc Besson, que fichó a un experto en Apocalipsis, Bruce Willis, y a un malvado de lujo, Gary Oldman. Óperas techno, viajes al espacio y maquillaje a tutiplén en una de las cumbres del cine de acción a la europea.
EL MUNDO NUMÉRICO SE DESMORONA, POR LOS HERMANOS WACHOWSKY
En “Matrix” el mundo tal y como lo conocemos, deja de existir gracias a los hermanos Wachowsky. La famosa pastilla roja desglosaba una realidad paralela llena de matrices, oráculos, cueros negros y gafas de sol. Keanu Reeves intentaba aclarar el entuerto y volver a la realidad, pero tardaba un total de tres películas y, además, dejaba el final abierto.
FIN DEL MUNDO HEAVY, POR ÁLEX DE LA IGLESIA
No es el día del fin del mundo, sino “El día de la Bestia”. No es un héroe convencional, sino un orondo heavy Santiago Segura y la cita con el Anticristo se produce en Madrid, con clímax en las torres Kío. Es el Apocalipsis en la España underground y cervecera de Álex de la Iglesia, la manera más divertida de afrontar el fin de los tiempos.
LOS MAYAS VIVEN UN APOCALISIS NO PROFÉTICO, POR MEL GIBSON
Mel Gibson, adicto a las lenguas muertas y a los orígenes y finales de la civilización, levantó él solo la superproducción “Apocalypto”, ambientada tras la llegada de los conquistadores españoles y rodada en maya yucateco. Su Apocalipsis es la destrucción entre dos ejércitos sanguinarios. Acusada de racista y cruel, el mundo no se acabó, pero la carrera de Gibson a punto estuvo.
UNA EPIDEMIA, EL SEGUNDO APOCALIPSIS DE WILL SMITH
Will Smith ya había vencido a los extraterrestres, pero aún le quedaron fuerzas para formar parte del uno por ciento que es inmune a una devastadora epidemia en “Soy Leyenda”. Aunque al final se inmolaba en pos de la supervivencia de la especie, en la edición DVD incluyeron final alternativo, porque a Will Smith no se le puede matar tan fácilmente.
APOCALIPSIS ZOMBIE E “INDIE”, POR DANNY BOYLE
Danny Boyle cambió las drogas de “Trainspotting” por el “subidón” zombie en “Exterminio”, en la que el Reino Unido se ve amenazado por la propagación vertiginosa del virus de los no muertos. Éxito del terror británico e independiente del nuevo siglo, tendría continuación realizada por Juan Carlos Fresnadillo. Siempre sobrevive alguno, claro, por si hay que hacer más secuelas.