Los periódicos que no se transformen digitalmente tienen muerte garantizada

EL CAIRO. Los periódicos que no den el paso hacia la transformación digital tienen la muerte garantizada, asegura en una entrevista a Efe el periodista y consultor español Juan Señor, encargado de rediseñar medios de comunicación en todo el mundo.

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Durante una visita a El Cairo para presentar la versión en árabe de un informe anual sobre innovación en medios de comunicación, que realiza su empresa Innovation Media Consulting, y que busca transformar los medios tradicionales a la era digital, Señor se muestra convencido de que “el periodismo de los periódicos nunca va a morir”.

El consultor español no le pone ninguna fecha de caducidad al papel, frente a aquellos que aseveran que los diarios impresos tienen los días contados, pero sí vaticina que el alcance de estos se va a reducir y que, en algunos casos, no van a ser diarios.

“El papel se va a convertir en el buque insignia de la marca del periódico. Siempre va a existir. Pero el alcance se va a reducir y en algunos casos no serán diarios. Tendrán un formato diferente, en el que ya no habrá noticias, sino piezas profundas y de análisis”, indica.

Según el experto español, que ha impartido clases de comunicación en la Universidad de Oxford, “aún existe la pretensión de que puedes ganar dinero con el periódico de ayer”.

El periodista, afincado en Londres y que trabajó anteriormente en varios medios de comunicación, se pregunta cuál es el valor de los diarios que informan al lector de una noticia que ha ocurrido hace 22 horas: “ ¿Cuál es la propuesta añadida? Si ya he visto esa noticia en la televisión, en internet?, ¿qué es lo que está vendiendo?”.

Ante estas cuestiones, aduce que los periódicos actuales tienen que contar el por qué, el cómo y, sobre todo, “lo que sucede después”, subraya, y “nada de noticias -a lo mejor unas columnas breves- pero el periódico ya no puede ser un resumen, sino que tiene que ser un conjunto de piezas analíticas y comentarios informados sobre las noticias”.

Desde su consultora asesoran a medios de comunicación con el objetivo de que se adapten al mundo digital, incluso en países donde reina la censura o la falta de la libertad de expresión y de prensa.

Uno de los ejemplos es Egipto, que se sitúa este año en el puesto 161 de 180 países en la clasificación que publica anualmente la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) sobre la libertad prensa, y donde su empresa presenta cada dos años sus estudios.

No obstante, cree que ante la falta de independencia hay una solución, que pasa por un proceso complejo en el que el último escalón es el económico.

“La mejor manera para conseguir libertad de prensa es profesionalizando la prensa. Porque un medio se sostiene cuando la gente lo lee por su credibilidad independiente, y esto trae más lectores. Es un círculo. Si haces buen periodismo, tienes lectores. Si consigues lectores, tendrás más anunciantes; y por ende, más dinero para hacer periodismo”, afirma.

En definitiva, “necesitas dinero para tener libertad”, ya que sino ese ciclo  se corrompe y acabas con un periodismo amordazado y con limitaciones”, señala.

Señor reivindica un periodismo en el que se tiene que invertir y en el que el público tiene que pagar por leer.

“Hay que cobrar por el acceso a la información. La mayor equivocación de los periódicos españoles, desde que nació internet, es ofrecer todo gratis porque el mantra de internet es que tiene que ser abierto y gratis, pero confundimos ambos términos”, apostilla.

Lamenta que el periodismo se ha reducido a los “clicks” a la noticia “porque se pensaba que esto iba a traer más beneficios con la publicidad, y ahora nos hemos dado cuenta que eso no se ha materializado ni se materializará nunca porque todo se lo lleva Google y Facebook”.

En palabras del consultor, para innovar en el mundo de los rotativos es necesario diseñar un modelo de migración que no dependa de los ingresos por publicidad digital “porque eso jamás va a pagar el periodismo”, una redacción que trabaje a dos ritmos y que no se centre en el impreso, así como un cambio de formato del periódico que “no recuerde al pasado”.

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