Cargando...
Melià presenta en la muestra las fotos sobre su estancia con los Enawenê-nawê del Mato Grosso, Brasil, entre 1977 y 1980. Se podrá ver un video en el que Melia se explaya sobre la experiencia vivida en Mato Grosso, a través de una entrevista realizada por la curadora de la exposición Adriana Almada.
“Los frutos de un exilio” es el nombre que Bartomeu Melià decidió dar a la presentación del álbum fotográfico que reúne imágenes de su convivencia con los Enawenê-nawê. Obligado a salir del Paraguay en 1976, durante la dictadura de Stroessner, Melià se trasladó a Italia -donde permaneció poco más de un año trabajando en los archivos del Vaticano- y de allí al Brasil para acompañar una misión establecida tres años antes en las cercanías del río Juruena por su colega jesuita Vicente Cañas, asesinado en 1987 tras cumplir un importante rol en la lucha por la reivindicación de los territorios ancestrales de aquel pueblo.
Este álbum, que sale por primera vez a la luz pública, es una de las piezas centrales de la muestra “Y rembe’y. Los labios del agua”. Se trata de un típico álbum de fotos que guarda unas cincuenta fotografías en blanco y negro realizadas por el propio Melià. Las imágenes han sido digitalizadas y reunidas en un slide-show.
Como parte del programa de la exposición, la curadora ha realizado una entrevista en vídeo al padre Bartomeu Melià, en la cual éste se explaya sobre su experiencia y aporta consideraciones generales sobre la actitud de quien se enfrenta a una cultura recién contactada. El material, que dura aproximadamente 20 minutos.
Los Enawenê-nawê son un pueblo-nación indígena que habla la lengua Arawak y que al momento de ser conocido por Melià estaba constituido por unas 130 personas que vivían de la pesca, de pequeños cultivos de maíz y yuca y de la recolección de miel y frutos silvestres. Actualmente hay unas 420 personas, divididas en clanes, que habitan casas comunales. Uno de sus rituales principales, llamado Yaokwa o “Fiesta de los Espíritus”, dura unos siete meses. La temporada de pesca también es larga y tiene sus propios ritos; el pescado es ahumado, conservado y transportado en canoas. Cuando los hombres regresan a la aldea con el fruto de la pesca son recibidos con una fiesta de bailes y flautas. Este ritual fue reconocido por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2011, e incluido en la lista de aquellos que requieren medidas inmediatas de salvaguarda.
El sacerdote jesuita Bartomeu Melià es lingüista, nació en Mallorca, España, en 1932, y se radicó por primera vez en Paraguay en 1954, donde inició estudios sobre la lengua y la cultura guaraní. Fue discípulo de Antonio Guasch, también jesuita, y del etnógrafo León Cadogan (1899-1973), autor de la compilación de cantos míticos Mbya-Guaraní conocida como “Ayvu Rapyta”. En 1969 Melià obtuvo un doctorado en la Universidad de Estrasburgo con la tesis “La creación de un lenguaje cristiano en las misiones de los guaraníes en el Paraguay”.