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Elaborados a partir del arte paleocristiano en la antigua ciudad griega de Bizancio, refundada como Constantinopla al convertirse en capital del Imperio Romano de Oriente, estas pinturas sacras de formato pequeño y realizadas generalmente en temple sobre tabla y revestidas de materiales preciosos, fueron consideradas reflejos mismos de la Divinidad y utilizadas como imágenes evangelizadoras, para llevar el cristianismo hacia lo que hoy conocemos como Europa oriental hasta alcanzar la lejana Rusia.
Desde comienzos del siglo XX, los inmigrantes polacos, checos, ucranianos, eslovacos y rusos que se asentaron en sucesivas oleadas en nuestro país, trajeron consigo sus íconos más reverenciados. Estos pioneros de origen eslavo se unieron a migrantes de otras partes del mundo que fortalecieron la naciente Iglesia Ortodoxa del Paraguay.
Esta exposición temporaria está organizada por el Museo de Arte Sacro y la Asociación de Rusos y sus descendiente en Paraguay (Arydep). Reúne por primera vez íconos antiguos y actuales provenientes de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Asunción, de la colección privada de Nicolás Darío Latourrette y de la Embajada de Rusia, con obras de iconógrafos paraguayos.
“La muestra pretende ser un acercamiento didáctico a la estética bizantina y un enriquecedor diálogo ecuménico que posibilite la apertura y justa valoración de una comunidad que tanto ha dado y puede dar mucho más aun al seno de la cultura paraguaya”, indicaron desde el Museo.
Luego de su inauguración, la exposición permanecerá abierta hasta el jueves 19 de octubre. Se podrá visitar todos los días de 9:00 a 18:00. La entrada cuesta G. 25.000 e incluye la posibilidad de visitar también la colección permanente del Museo de Arte Sacro en la modalidad ya habitual de las dos muestras por la misma entrada. Los niños entran gratis todos los días.
El Museo de Arte Sacro está ubicado sobre Manuel Domínguez casi Paraguarí.