Unos cincuenta lectores fieles, principalmente hombres, esperaban a medianoche (22:00 GMT) frente a una librería del centro de Estocolmo, abierta excepcionalmente durante una hora, para poder adquirir un ejemplar y conseguir una dedicatoria de su autor, David Lagercrantz.
“¡Es genial!”, exclamó el emocionado autor, mientras acogía a los curiosos antes de sentarse detrás de una mesa para dedicar su libro. “Llegué antes para poder sentir bien el ambiente y he sido el primero en lograr una dedicatoria. Leerlo será genial. Por supuesto, habrá comparaciones, pero creo que mantendrá el tipo”, dice entusiasmado Per, de 38 años.
Hasta el momento, la editorial Norstedts había hecho todo lo posible para mantener el suspense. Pocas personas pudieron leer el libro antes de su salida y sólo se publicó una corta sinopsis de la intriga.
Lo que no te mata, te hace más fuerte habla de la agencia de inteligencia estadounidense, NSA, y de inteligencia artificial. En todo el mundo, se han impreso 2,7 millones de copias, 500.000 en Estados Unidos, y 41 editoriales han comprado los derechos.
La serie la creó el escritor sueco Stieg Larsson, quien murió repentinamente de un ataque al corazón en 2004 a los 50 años, sin poder disfrutar del éxito de su novela, que se convirtió en un fenómeno mundial de ventas con cerca de 80 millones de ejemplares vendidos. Su obra inspiró además dos adaptaciones al cine, una en Suecia y otra en Hollywood.
Su sucesor al frente de la obra, el sueco David Lagercrantz, confesó el miércoles haber escrito la cuarta entrega en un estado “maníaco-depresivo”.
“No era la persona más fácil para convivir porque estaba pensando todo el tiempo en esto. Tenía todo el día el miedo de no estar a la altura” , admitió el escritor, que continuó la historia del periodista Mikael Blomkvist y la pirata informática Lisbeth Salander, interrumpida tras la muerte de Larsson.
Según el autor, “cualquier historia tiene un punto de partida y mi punto de partida fue absorber el mundo (de Stieg Larsson) en mi organismo”. Y, para ello, trabajó duro leyendo y releyendo la trilogía Millennium, multiplicando las búsquedas, haciéndose preguntas sin cesar.
El padre del escritor fallecido, Erland Larsson, y también su hermano, Joakim Larsson, son sus herederos oficiales, mientras que su pareja, Eva Gabrielsson, con quien vivió durante 32 años, se vio relegada y los acusó de haber efectuado una mala gestión de su herencia.
Hace un par de meses, Gabrielsson, que nunca logró un acuerdo con la familia Larsson, expresó su desacuerdo con todo el negocio que ha generado Millennium.
“Uno dice que los héroes deben seguir vivos, pero esto son tonterías, porque de hecho es un tema de dinero. Hay una casa editorial que necesita dinero y un escritor que no tiene nada que escribir, salvo una copia de lo que otros hacen”, afirmó en una entrevista a la AFP.
Según Gabrielsson, Lagercrantz, procedente de la élite intelectual de Estocolmo, no tiene ningún punto en común con Larsson, un periodista de provincias, militante de extrema izquierda y antifascista que detestaba la fama. Sin embargo, para la editorial Norstedts, Lagercrantz, especializado en deporte y conocido por ser el autor de la biografía del jugador fútbol Zlatan Ibrahimovic, era el candidato perfecto para escribir la novela.
“No sirve de nada convertirme en un estereotipo bajo el pretexto de que procedo de un buen barrio” , se defiende el autor de 52 años, para quien su obra está impregnada de “un compromiso apasionado contra la intolerancia, el racismo, los prejuicios de clase” .
Tanto el escritor sueco como Norstedts guardan silencio sobre los ingresos estimados por el libro. Hasta el momento, sólo Erland y Joakim Larsson han indicado que su parte de beneficios se destinará por completo a la revista antirracista Expo y estiman para empezar unos 5 millones de coronas (más de 500.000 euros) .
Para la familia Larsson, el libro es excelente. “Yo lo guardé en mi mesa de noche una semana antes de abrirlo. Tenía miedo. Una vez que comencé a leerlo, fue imposible parar”, contó a la AFP Joakim.
Lagercrantz espera ahora, por su parte, el veredicto de los lectores. “Esta fue la gran pasión de mi vida y ahora ustedes pueden juzgar si tuve éxito o no, pero Dios sabe que di mi máximo”.