Familiares y amigos del poeta se dieron cita el sábado en el pueblo de Nepantla (unos 2.300 habitantes), donde en 1651 nació la escritora y religiosa mexicana Sor Juana Inés de la Cruz y actualmente se erige un centro cultural en su honor, informó en su cuenta de Facebook Eduardo Vázquez, titular de la cartera de Cultura de la alcaldía de Ciudad de México.
En ese rincón, rodeado de los volcanes Popocatépelt e Iztaccíhuatl, es “donde Juan Gelman quiso (que) fueran esparcidas sus cenizas”, comentó Vázquez, quien acompañó en el acto a la viuda del escritor, Mara Lamadrid -musa del aún inédito poemario de Gelman “Amar a Mara"- y a su nieta Macarena Gelman.
“Mara decidió echar las cenizas desde un puente, de manera que estas cayeron sobre un pequeño riachuelo que circunda el centro cultural dedicado a la poeta” Sor Juana Inés de la Cruz, precisó Vázquez, quien añadió que los asistentes leyeron poemas y tomaron vino.
Gelman, Premio Cervantes de literatura en 2007, falleció el pasado martes en Ciudad de México a los 83 años por una mielodisplasia, una enfermedad de la médula ósea.
Su cuerpo fue velado y cremado en una funeraria de esa capital, donde vivía desde hacía 25 años tras exiliarse de su país por su militancia contra la última dictadura militar (1976-1983).
El poeta dedicó largos años de su vida a la búsqueda de su nieta Macarena, quien nació en cautiverio después de que su madre embarazada fuera secuestrada por la dictadura argentina, y después fue entregada ilegalmente a un oficial de la policía uruguaya.
Finalmente en 2000 se descubrió la verdadera identidad de Macarena y el poeta pudo reunirse con ella.
El Instituto Nacional de Bellas Artes de México anunció un homenaje al autor, considerado uno de los más brillantes poetas de habla hispana, aunque aún no hay fecha prevista.
Por su parte, la presidenta argentina, Cristina Kirchner, decretó tres días de duelo en su país tras la muerte del escritor.