El Nobel de literatura salió pasado el mediodía a la puerta de su residencia, ubicada en el sur de Ciudad de México, a saludar a más de una decena de periodistas y fotógrafos que desde temprano hacían guardia para verle.
“Gabo”, muy sonriente y ataviado con un traje gris oxford y camisa azul claro, escuchó las tradicionales “Mañanitas” mientras sostenía un ramo de rosas amarillas, su color favorito.
El escritor, quien estaba acompañado por su secretaria y una amiga de la familia, se sumó al grupo de periodistas que le cantaban y les aplaudió al finalizar la canción dedicada a los cumpleañeros en México.
No hubo declaraciones del autor de “Cien años de soledad”, pero su secretaria repartió mariposas amarillas de papel entre los periodistas y una admiradora que llegó hasta la casa del escritor para pedirle un autógrafo.
García Márquez no tiene programado hacer nada especial hoy, dado que sus familiares y amigos más cercanos le festejaron su cumpleaños en una comida celebrada dos días atrás.
Desde temprano recibió de sus amigos varios ramos de flores, principalmente rosas amarillas y orquídeas, así como un pastel.
El autor de “El amor en los tiempos del cólera” llegó a México en 1961 y hoy vive en el exclusivo barrio de Jardines del Pedregal junto a su mujer, Mercedes Barcha, y asiste a pocas actividades culturales o sociales.