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Nueva York (EFE).- “Ese cariño que sigo teniendo y que recibo de la gente, su respeto, es para mí el mejor recuerdo, porque es lo más difícil de conseguir y de mantener“, dijo Bocca en una entrevista con Efe poco antes de un espectáculo de danza que tendrá lugar en el Lincoln Center para celebrar los 50 años del bailarín.
La carrera de Bocca, considerado uno de los mejores bailarines del siglo XX, será recordada el próximo viernes en un homenaje en el que participarán más de una docena de destacados bailarines del panorama actual. Entre ellos hay figuras tan destacadas como la georgiana Nina Ananiashvili, las españolas Tamara Rojo y Lucía Lacarra o el brasileño Marcelo Gomes, que en su mayoría interpretarán piezas clave de la carrera de Bocca en honor al bailarín argentino.
“Estoy muy emocionado y nervioso por este homenaje“, afirmó Bocca en la entrevista, en la que confesó sentirse ansioso por ver el espectáculo que han preparado en su honor, del que sin embargo se le han ocultado algunas “sorpresas”.
“Va a haber grandes figuras bailando y voy a tener la suerte de estar sentado mirando. Nunca he tenido esa posibilidad porque siempre compartíamos galas o bailábamos juntos. (...) Creo que va a ser algo maravilloso“, dijo el artista argentino, que se retiró de los escenarios hace una década tras 25 años de fulgurante carrera.
Bocca aseguró además estar muy emocionado por el hecho de que se le haga este reconocimiento en Nueva York, donde vivió casi dos décadas mientras fue bailarín principal de la American Ballet Theater, y en estos momentos, por su 50 cumpleaños, “y no a los 80 o 90”.
El bailarín argentino afirmó además encontrarse en un buen momento de su vida, y con ganas de tomarse un descanso del agitado mundo del arte para pensar en qué quiere hacer con su futuro, ahora que ha cumplido medio siglo de vida.
“Suena muy dramático, pero ahora empieza la cuenta regresiva“, señaló Bocca sobre sus 50 años. “Uno va viendo qué es lo que quiere hacer en un futuro no muy lejano, por dónde quiere ir, qué hacer y dónde terminar“, reveló. Bocca, sin embargo, seguirá dirigiendo el Ballet Nacional de Uruguay, del que actualmente es director artístico, por lo menos durante el 2018 y 2019, para los que ya tiene diseñada una programación.
Después, confesó, está pensando en tomarse un año de descanso, como ya hizo poco después de retirarse de los escenarios en 2007. “De repente tengo esa necesidad de nuevo, de no tener un horario de trabajo, de no tener responsabilidades, de todo ese contexto del que a veces uno se cansa. Pero estoy bien“, explicó.
Bocca, que empezó a bailar a los 4 años de edad y se retiró a los 40, afirmó además no echar de menos “para nada” seguir siendo bailarín. “Echo de menos estar arriba del escenario y crear esos personajes y disfrutar porque sigo amando la danza, pero no echo de menos el entrenamiento, la práctica, toda esa disciplina que hay que tener para estar en ese nivel de la elite, eso no lo echo nada de menos“, aclaró.
Además, aunque quisiera volver, las lesiones y las 9 operaciones por las que tuvo que pasar no se lo permitirían. “El cuerpo lo siente y cada vez que empiezo (a bailar), algo empieza a molestar como diciéndome ‘¿que estas haciendo? ya eso lo dejaste, déjanos en paz un poco’“, afirma entre risas.
Pese a todo lo logrado en sus 25 años de carrera y a sus planes de descanso, Bocca sigue teniendo numerosos objetivos en su vida, entre los que destaca una escuela educativa de arte en Uruguay, la primera en Latinoamérica que combina educación básica con enseñanza artística.
“Vengo luchando desde hace tiempo por que el niño en un mismo lugar físico y en un mismo edifico pueda hacer su secundaria o primaria y estudiar danza o canto lírico o un instrumento y que no tenga que andar corriendo de una escuela a otra“, comentó Bocca.
Para el bailarín, de esta forma le estaría dando a los más jóvenes la posibilidad de acceder tanto a una formación general como artística, puesto que la unión de la cultura y la educación lleva al crecimiento y desarrollo de la sociedad.