Cargando...
Desde chiquitita en su casa había arte. Su abuelo era artista plástico, por lo que fue natural para ella decantar hacia ese lado. Hoy en día algunas paredes de su casa están habitadas por sus primeros cuadritos que Julieta recuerda con cariño.
Lea más: Julia Peroni: “Estoy en un lugar muy verdadero”
Luego llegó la actuación, donde ella se metió de lleno, culminando sus estudios en la academia de Lourdes Llanes. El teatro y la poesía le llamaban, según recuerda. “Me enamoré”, afirma al hablar del arte de actuar, de recitar, algo que la llevó a indagar en la escritura.
El poemario salió a fines de 2021 y fue también en los finales del 2022 que presentó una versión donde Julieta misma nos cuenta algunos de sus poemas a través de audios en Spotify y de videos en YouTube.
“Le debo este libro a muchas personas, a mis amigos y a mi terapeuta”, contó entre risas en una entrevista con ABC. Para ella este fue un ejercicio para conocerse mejor y canalizar cosas que sentía, y que terminaron convirtiéndose en un libro.
Si bien ella venía de producir y actuar, este encuentro con las letras le mostró un mundo donde podía atravesar esos sentires de una forma muy introspectiva, primero solo para ella. “En las letras encontré ese refugio, ese encuentro conmigo misma, empecé a conocerme mejor y a exponerme a mí misma. Es complicado de explicar pero vos misma te das cuenta de cosas que a lo mejor no veías”, señaló.
En esa ocasión compartió esta idea con sus amigos Fati Fernández Mercado y Ronald Von Knobloch, también actores multifacéticos como ella. “Ellos me alentaron a lanzarlo y se convirtió de pronto en un sueño”, dijo.
Autodescubrimiento
Este camino fue un proceso de aprender acerca de ella misma y de animarse a mostrar a la gente costados que quizás no eran conocidos, como su sensualidad o sus pensamientos sobre el amor.
“Pasa que la gente tiene un concepto muy rígido de uno por lo que ve en redes. Como la chica buena, que no dice groserías, etcétera. De repente la sociedad te arma un concepto de lo que sos y lo que no podés ser. Yo soy muy hermética con mi intimidad y mis relaciones, entonces al presentar estos poemas era como: ah mirá Julieta hizo esto o ¿en qué momento te enamoraste? Entonces para mí fue como sacarme esa vergüenza o esos tabúes. Descubrí además una parte mía de la mujer con su sensualidad y femineidad”, acepta con mucha honestidad.
Pero por otro lado, este trabajo le sirvió para honrar a sus ancestros que configuraron su camino y a las mujeres que la acompañan. “Al escribir, aparte de sanar, pude reencontrarme con mi abuela”, contó sobre cómo la poesía le ayudó a atravesar el duelo por el fallecimiento de su abuela pero a la vez a redescubrir una conexión.
“Fue entonces descubrirme más en muchas facetas. También en el dolor, porque generalmente yo reprimía mucho la tristeza o la rabia o la ira, razonaba mucho y no me permitía sentir. Me conocí en esos sentimientos y cómo soy yo en esos momentos, decidí ya no ocultarme tanto”, reconoció.
De la tinta al audio
Entonces ¿cómo llevar todo ese sentimiento escrito a la fuerza de la voz? Con esa premisa Julieta, amante de los desafíos, volvió a plantearse uno nuevo. “Sigo a escritores contemporáneos y veo que la forma de comercializar las letras es a través de las plataformas. Yo sabía muy bien desde el momento en que lancé que quería que el libro se difunda a través de las redes, plataformas, porque tenemos que adecuarnos a eso”, señaló.
Entonces llegó el momento de dar nueva vida a ocho poemas elegidos para el audiolibro lanzado recientemente en plataformas digitales. Fue ahí que Julieta se dio cuenta que cuando escribió estos poemas era una persona que ya no es hoy.
“En ese lapso de tiempo me sucedieron muchas cosas internas, personales. Hubo poemas que tenían mucho más significado ahora que lo que tenían en ese momento. Entonces al leerlos sentía que me estaba auto-mimando”, explica con una sonrisa.
“Por ejemplo ‘Ayer perdí el tiempo’ habla sobre las pérdidas. Lo escribí en un momento muy difícil donde hice una lista de todas las cosas que había perdido, inclusive cosas materiales. Cuando leí en la sesión de grabación tuvo una resignificación muy importante y de verdad hoy en día es como que me llega más lo que escribí. En el 2022 le perdí a mi abuelo, que me abrió al mundo del arte y con quien tenía un vínculo muy fuerte. Entonces, una vez más, mis poemas me ayudaron a sanar. Si el libro fue honrarle a mi abuela, el audiolibro fue honrarle a mi abuelo. El poema que da título me sirvió para rescatar ese significado y transformarlo en uno nuevo”, detalló.
Lea más: Resumen 2022: La música en Paraguay en el año de los sueños posibles
Un proceso cargado, bello y movilizante
Al pensar en cómo encarar el audiolibro, Julieta convocó al pianista Magno Molinas, que la acompañó durante el proceso de hacer que la música transmita las emociones de las poesías. Toda la realización fue un desafío para ella, pues tuvo que adaptarse al trabajo con los tiempos de la música. Destacó también el trabajo de Anthony Carrillo, quien “entendió muy bien lo que queríamos”.
Con este lanzamiento la artista afirma que da cierre a una etapa llena de aprendizajes para dar paso a nuevas aventuras, pero además es el inicio de “una nueva versión” de ella misma.
“El camino del libro fue el inicio para conocerme desde otro punto de vista. Estoy en una etapa donde me siento más madura en ciertas cosas, con más conocimiento hacia lo que soy, hacia lo que quiero en la vida. Marca ese punto de inflexión en mi vida, pero a la vez con este audiolibro se cierra ese proyecto y digo: ok ¿qué me espera? Cerrar un ciclo para seguir soñando con cosas más grandes”, auguró Benjamín, quien quiere hacer un masterado en letras y escribir otro libro.
Así, en este momento de su vida en que renunció a otro trabajo porque sentía que ya no podía con todo, se siente más liviana y liberada. En cuanto a las expectativas sobre su creación, dijo que aprendió a dejar de estar pendiente y a disfrutar más, como todo.
“Antes tenía esa idea de que mi arte depende de lo que la gente diga. Si bien es importante en parte, con el tiempo aprendí que uno tiene que ponerse como los caballos esa cosita en los ojos para salir adelante”, dijo antes de soltar una gran risa.
Para ella, el gran impacto es incluso si “una persona te escuchó, dos te leyeron, una se fue a ver tu obra, eso es lo que vale. Antes estaba muy pendiente de la repercusión, los números, los likes, las visualizaciones. Ahora voy a hacer todo de a poquito, y lo que va a crecer lo hará si quiere crecer. Lo que importa es la conexión y saber estar agradecido”, cerró.