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Luego del fallecimiento de Marcos Mundstock y Daniel Rabinovich y el paso al costado que dio Carlos Núñez Cortés, el grupo no claudicó y el deseo de que Les Luthiers siga vivo en su humor y en su astucia quedó presente. Así, se fueron sumando reemplazantes que quedaron como intérpretes fijos y desde 2019 Carlos López Puccio y Jorge Maronna se completan con Tomás Mayer-Wolf, Horacio Turano, Martín O’Connor y Roberto Antier.
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La magia de Les Luthiers y el espíritu con el que el grupo empezó esta aventura están intactos e incluso están renovados por la energía, potencia y talento que impregnan los nuevos integrantes, quienes están más que a la altura y se complementan con López Puccio y Jorge Maronna como si hubieran sido también integrantes de toda la vida.
En cuanto al show, conocemos que “Viejos hazmerreíres” es una antología que conecta varias de sus más brillantes piezas musicales-humorísticas a través del programa “Radio Tertulia”, conducido por los personajes Ramírez y Murena, interpretados por O’Connor y Antier, quienes conquistan desde el momento uno en que se sientan, toman los micrófonos y comienzan a conducir.
A través del programa se van sucediendo las presentaciones musicales con las ideas más hilarantes, como “Las majas del bergantín”, una zarzuela en la que el grupo encarna a unos marinos que transportan prisioneras; “Loas al cuarto de baño”, obra en la que aparecen los primeros instrumentos como el calephone, el lirodoro o el nomeolbidet; o “Así hablaba Sali Baba”, un mágico momento entre Maronna y López Puccio.
“¿Quién mató a Tom McCoffee?”, un intenso momento muy jazz; la “Receta postrera”, en la que sacan a relucir su instrumento de percusión hecho de sartenes, ollas y cucharas de madera; “Amor a primera vista”, un instante cumbre en el que Maronna entona la “bossa libidinosa”; “Dilema de amor”, la cumbia epistemológica y “Pepper Clemens sent the Messenger”, en la que sacan a relucir la música de Johann Sebastian Mastropiero, cuya mención hizo que el público estalle en gritos, en tanto entraban y salían todos los instrumentos posibles que el grupo fue creando a lo largo de los años.
Entre canción y canción aparece también el grupo London Inspection, integrado por López Puccio, Maronna y Mayer-Wolf, este último una figura destacable dentro de la nueva formación por su maravillosa elasticidad para el canto, la actuación y la ejecución de instrumentos, al igual que Turano, quien comanda piano, batería, bajo, guitarra y más, en diferentes momentos.
Por supuesto, Antier y O’Connor hacen fluir la obra con su magistral “conducción” de Radio Tertulia, donde despunta ese humor erudito con el que se embanderó Les Luthiers desde sus inicios.
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Un legado para toda la vida
Es difícil decir de ellos lo que no se haya dicho ya por tantos años, pero lo que sí es evidente es que un humor así, ingenioso, inteligente, elegante, irónico, culto y con bromas contundentes, por ejemplo sobre los políticos corruptos y deshonestos, va directo al pie, y siempre es necesario para reír y al mismo tiempo remover estructuras de pensamiento.
Eso explica su vigencia y la razón por la cual el grupo se hizo único e inigualable. Puede que varios de sus fundadores e históricos integrantes ya no estén, pero los que están siguen con un humor y gracia intactos al paso del tiempo y la nueva “camada” es increíblemente talentosa y toma el texto creado por el grupo con tanto respeto y amor que parece renovarse.
El público de esta primera función lo agradeció con constantes carcajadas e interminables aplausos, porque en tiempos de tanta incertidumbre en todos los ámbitos, podemos hallar refugio en el compartir buenas risas y qué mejor que gracias al arte.
Para las funciones de hoy y mañana todavía quedan entradas a la venta en la Red UTS. Los precios son G. 350.000 (Alta risa), G. 480.000 (Plata hazmerreíres) y G. 560.000 (VIP Gold Les Luthiers).