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El bailarín paraguayo Jiva Velázquez (solista del Colón) integra también las filas de esta compañía como otros colegas del Ballet Estable del Teatro Colón, del Ballet del Teatro Argentino de La Plata y bailarines independientes.
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El elenco completo está conformado por Camila Bocca, Rocío Agüero, David Goméz, Milagros Niveyro, Nahuel Prozzi, Iara Fassi, Paulo Marcilio y Lola Mugica, quienes estuvieron presentes en una conferencia de prensa realizada ayer en el Café del Teatro.
Fernández, quien guió la conferencia junto a Bocca y Velázquez, destacó que el repertorio que traen es “muy variado” ya que buscan “tener otros públicos, además del que gusta del ballet clásico” por lo que “hay un poco de todo”.
En ese sentido, nuestro compatriota explicó después que habrá una coreografía suya llamada “El elogio de la sombra”, en la que es importante el papel de las luces, ya que su idea era “jugar con las figuras y con lo orgánico que sucede entre dos figuras, componiendo un juego visual”. Eso, añadió, creó “buscando otras posibilidades con cuerpos trabajados clásicamente”.
Cruce de lenguajes
“Lo clásico hay que mantenerlo, pero con esa técnica y experiencia uno puede empezar a atravesar otras cuestiones”, dijo en otro momento el fundador de la compañía, Federico Fernández, a la hora de pensar en lo saludable de conjugar diferentes lenguajes.
En este sentido explicó que fue por eso que nació este grupo de bailarines profesionales. “Buscamos con la danza misma tratar de empezar a contar lo que culturalmente sucede, y el estar a veces ajenos a las realidades en otros teatros oficiales más grandes solo se respeta la tradición y no se construyen nuevas ideas, nuevos pensamientos”, planteó.
En Buenos Aires Ballet “tenemos la posibilidad de ir mechando otras cuestiones, siempre manteniendo la tradición pero me parece que tiene que estar atravesado por cosas que al final nutren a ese gran clásico”, dijo.
La compañía nace también “de la necesidad de hacer más funciones”. Esos teatros oficiales “en general hacen menos y nosotros terminamos siendo bailarines de sala de ensayo”, afirmó.
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Volver a conectar
Los bailarines explicaron también cómo la pandemia resignificó su forma de sentir y de trabajar. El aislamiento “generó el espacio de la creación en momentos que uno no podía tocarse, la pandemia nos limitó a todos y poco a poco fuimos volviendo a estar en entrenamiento, en contacto, todavía estamos en ese proceso, es todo nuevo para cualquiera”, observó Federico.
Por su parte, Camila manifestó que les pone “súper contentos” el hecho de poder cruzar las fronteras con lo que saben y aman hacer: bailar. “Nos recibieron súper bien y eso al bailarín siempre le sirve, el estar moviéndose”, refirió.
Además, Bocca subrayo la necesidad de poder hacer llegar la danza a diferentes puntos del país y del mundo. Recordó que ni en su país tenían “muchas posibilidades de ver ballet, a no ser que viajáramos a Buenos Aires, y nos encanta poder llevar esto”, señaló, ya que con la compañía han visitado también diferentes ciudades del interior de su país y otros puntos del mundo desde su creación en 2015.
Finalmente, Jiva aseguró que “es re necesario” poder salir al exterior ya sea a formarse o incluso a buscar un lugar en otra compañía. “Aquí compañías de ballet no hay muchas, por eso salí. Los bailarines de las compañías acá tienen que dar clases, ir a concursos, tener otros trabajos para mantener su estilo de vida y ahí se pierde la concentración de un bailarín. Es re necesario también (salir) para revalorizar lo que uno está haciendo”, subrayó.
Aún quedan entradas para las funciones de hoy y mañana, en venta por Red UTS. Los precios son G. 90.000 (Palco Paraíso), G. 160.000 (Palco Tertulia), G. 220.000 (Primer Palco) y G. 260.000 (Platea).