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Al ingresar a la sala, ubicada en General Díaz 1163 casi Hernandarias, nos encontramos frente a una piscina que funciona como escenario.
Así nos sumergimos en esta obra de la compañía Enborrador Emergente, cuyo título completo explica que no es “ni banal, ni conceptual, un experimento”. Eso es verdad pues la obra es el maravilloso resultado de un proceso.
Pero al pensar en los temas que toca (que son varios y puntuales) se puede comprender que estos no terminan solo con la obra. Al ser temas de la vida cotidiana y que tienen que ver con la política, la discriminación, la sociedad machista, el racismo, la auto aceptación, entendemos y sabemos que son temas que están en constante debate y desarrollo.
Lo que esta puesta hace es contarnos y visibilizar a través de las historias de estas cuatro nadadoras, todas con diferentes experiencias y antecedentes, cómo viven una marginación que las hace ser invisibles por no cumplir un canon de belleza, pero visibles cuando pueden ser objeto de burla.
Conectando eso al hecho de que forman parte de un equipo de nado sincronizado que está buscando apoyo para viajar a Francia y representar a Paraguay en las Olimpiadas.
Así se suma otro debate sobre la falta de respaldo a este deporte por parte de las instituciones oficiales que deberían ser las primeras en demostrar interés, como también la desidia en cuanto a gestionar beneficios e instalaciones apropiadas para el desarrollo de este deporte.
Eso que podría servir como ejemplo para cualquier otro deporte que no sea el fútbol, el único que tiene “atención” en este país como si no existieran otros.
En el camino a convertirse en profesionales las chicas sufren cada una en su propio universo. En ese sentido es conmovedora, atrevida, brutalmente honesta y descarnada la manera de actuar de Lía Benítez Flecha, Panambí Scalamogna, Patricia Peralta y Fabiola Méndez, dirigidas por David Amado, con acompañamiento de Paola Irún.
La naturalidad con que presentan ese torbellino de emociones que son sus penurias, verdades y sueños, llega a lo más hondo y hace erizar la piel.
En medio de locuras, situaciones quizás absurdas pero no para ellas, este equipo se gana el oro y afirma que todo vale la pena. Así como vale la pena que uno presencie esta obra que te hace ganar risas y salir con el corazón lleno, porque abraza el hecho de que en estas historias muchos puedan verse reflejados y comprendidos.
Las funciones de este martes y miércoles son a las 20:30. Las entradas se pueden conseguir escribiendo al (0982) 758652.
*Fotografías gentileza de Sebastián Ovelar.