Cargando...
“Es mucho ya lo que se ha escrito sobre este gran artista, pero es muy poco lo que se conoce sobre el hombre, quién fue don Juan Carlos Moreno y de dónde sacó tanta inspiración para sus composiciones”, empezó diciendo su hija Alicia Moreno.
Lea más: De toque moderno y feminista, la zarzuela invita “a divertirse” en Montevideo
Ella recordó que su padre “fue una persona predestinada, desde niño, a vivir una vida espiritual muy grande”. Moreno González perdió las piernas “a la edad en que los chicos están jugando a la pelota, o trepándose a los árboles, o corriendo con los amigos del colegio”, expresó Alicia.
Asimismo, mencionó que su padre “tuvo que pasar muchos años arrastrándose dentro de una caja de manzanas a las que el mismo le puso ruedas. Y aún así, la sonrisa jamás desapareció de su rostro”.
“Escuchó a algunos amigos de su padre comentar con lástima, que uno de los últimos hijos de don Fulgencio R. Moreno, estaría destinado a la mendicidad, y esos comentarios crueles, en lugar de acobardarlo le dio más fuerzas para apostar a la vida y proponerse, a ser alguien importante, de quien todos sintieran orgullo”, resaltó orgullosa.
Eso hizo que fuera forjando un gran carácter como músico, planteó Alicia. “Encerrado en el escritorio de su padre, leyendo libros, siendo autodidacta en todo y escuchando a su hermana ejecutar el piano, supo que ahí estaba lo suyo: la música, el piano, las teclas, las notas, las partituras y la composición. Primeramente fue autodidacta, hasta que en 1938 consiguió una beca para estudiar con el prestigioso músico Furio Franceschini, en São Paulo, Brasil”.
Un nutrido repertorio
“A partir de allí su actividad musical fue intensa y abarcó diferentes tipos y géneros musicales, como sus obras clásicas y populares”, expresó Alicia, para luego destacar obras como “Kuarahy mimby (La flauta de sol)” Concierto Sinfónico de 1944; “Paraguay ko’ê” para coro y orquesta, Sonata para violín y piano en si menor, de 1935; Nocturno de Primavera, Nocturno de Otoño, Cuarteto de cuerdas en Do mayor, de 1944; Trío para piano, de 1946; Movimiento de concierto para piano, de 1946; Tres piezas para piano, 1935; Sonata “El amanecer”, 1943; Sonata para piano, 1945 y Tres aires paraguayos, 1946.
Lea más: De zarzuelas que cantar a anécdotas que contar
En el género de las zarzuelas, con textos del escritor Manuel Frutos Pane, creó “La tejedora de ñandutí”, “Korochiré”, “María Pacurí”, “Las alegres kyguá verá” y “Paloma pará”.
También hizo canciones populares como “María Candé”, “Chiperita”, “Mujer paraguaya”, “Chirikoé”, “La carreta”, “Tus lindos ojos”, “Che burrito Lambaré”, “Canción a la virgen de Caacupé” y “Ñasaindy jave”.
Asimismo creó tangos como “Margarita”, “Mi casita”, “Cuando era buena”, “Pobre pebeta”, “Con tarjeta de cartón”, “tangos que sirvieron de fondo musical de varias películas argentinas”, subrayó Alicia.
La inspiración
La inspiración de Moreno González para tantas creaciones, decía él, venía del cielo, de su familia y también de la idiosincrasia de nuestro pueblo. “Moreno González era un ser con mucha sensibilidad, romántico, con ansias de ser querido y aceptado dentro de su discapacidad, y también con mucho amor para dar al prójimo. Así nacieron sus nocturnos, sonatas, valses y canciones populares”, detalló su hija.
Lea más: Plácido Domingo recuerda sus orígenes llenando de zarzuela la Ópera de Viena
Ella destacó también que su padre se dedicó a la docencia, “enseñando lo que sabía hacer, interpretar el piano”. Así fue director del Ateneo Paraguayo a los 25 años de edad.
“Muchos años después fue designado director del Conservatorio Municipal de Música, para lo cual, a falta de estudiantes, fue él mismo a los barrios pobres de Asunción a buscar niños con talento musical, que por falta de medios económicos no podían estudiar algún instrumento”, resaltó.
Su padre llevó a esos niños a la sede del conservatorio “y les hizo probar los instrumentos a cada niño, para saber quién estaba capacitado para tal o cual instrumento. Asi fueron formándose grandes músicos que luego integrarían las orquestas sinfónicas o de cámara de nuestro país”.
Su vida familiar
Juan Carlos Moreno González se casó con Marina Acosta González, con quien tuvo 5 hijos: Alicia, Juan Carlos, Manuel(+), Margarita y Carolina. Tiene diez nietos: Rosario, Vanessa, Juan Carlos, Javier, Camila, Jordi, Luján, Magaly, Laura y Giovanni, y tres bisnietos: Lucca, Maia y Carlos.
“El 30 de enero de 1983, luego de una vida que la enfrentó con valentía, resiliencia, honestidad y generosidad, y estando ya muy enfermo a causa de un enfisema pulmonar” el compositor “dejó este mundo, rodeado del amor de todos sus seres queridos y con la misión cumplida, pues su nombre perduraría en el tiempo. Es el orgullo de su familia y de muchos paraguayos que lo ven como un ejemplo de vida”, cerró su hija.