Sin embargo, a Zoe Saldaña el reconocimiento de otros no le quita el sueño, y dice en una entrevista con Efe que no necesita “ser aceptada por la Academia”.
La alienígena Neytiri vio cómo Avatar (2009) se convirtió en la película de mayor recaudación en la historia (2.788 millones de dólares), y ahora el director James Cameron prepara cuatro secuelas que comenzará a rodar a finales de otoño o principios de 2017, según explicó la actriz.
“He leído los guiones y vienen grandes e intensos”, aseguró Saldaña, de 38 años, que se anotó otro hito sideral con Guardianes de la Galaxia (2014), en el puesto 64 de la lista de películas más exitosas de la historia, con 773,3 millones de dólares. La secuela de esa cinta llegará a las salas el año que viene.
Y mientras tanto, el día 22 ve la luz Star Trek: Sin Límites, la tercera entrega de la mítica saga galáctica, donde encarna de nuevo a Uhura, la oficial de comunicaciones de la nave Enterprise. Saldaña está feliz y satisfecha con su estatus en la industria, aunque es consciente de que, con ese expediente a sus espaldas, las cosas serían diferentes para ella si fuera un hombre.
“Sí, lo serían”, dijo rotunda. “Pero también depende de la personalidad. Yo no soy ambiciosa. Me considero una persona exitosa, pero no me obsesiona el Óscar”, indicó la intérprete, hija de madre puertorriqueña y padre dominicano.
Saldaña considera que el sistema de Hollywood está marcado por “los intereses, las amistades y los juicios personales”, y que, al final, a unas pocas personas se les otorga “un gran poder”, especialmente a la hora de determinar quién es merecedor de premios.
“¿Yo voy a poner mi vida, mi felicidad, mis dotes como actor en las manos de unas personas que me van a decir quién es un actorazo o qué es una gran película? Eso es mierda. Respeto lo que debería representar la Academia, pero no es equilibrada ni es limpia. No necesito ser aceptada por ellos”, afirmó la artista.
“Lo demandada que yo esté puede ser una decisión propia. Elijo mis proyectos y cuando no trabajo, estoy en mi casa y vivo mi vida. No busco el éxito constante. No tengo ese tipo de aspiraciones. No quiero vivir así”, reflexionó Saldaña.
La actriz tiene muy claras sus prioridades, tanto en lo personal (su marido, Marco Perego, y sus dos gemelos) como en lo profesional. “Sé lo que me hace feliz y sé que hago feliz a la gente. Si nadie viera mis películas, tendría que cambiar algo. Pero las ven y les gustan porque yo formo parte de esa gente. Estoy en sintonía con ellos porque solo soy una artista trabajadora”, manifestó.
Star Trek: Sin Límites, dirigida por Justin Lin y producida por J.J. Abrams, cuenta cómo la nave Enterprise y su tripulación surcan los confines de una zona inexplorada del espacio donde se toparán con un misterioso villano que pondrá en jaque a la Federación de Planetas Unidos. El reparto incluye a Chris Pine, Zachary Quinto, Saldaña, Karl Urban, Idris Elba, John Cho y el recientemente fallecido Anton Yelchin.
“Todos los que lo conocimos veíamos en él una persona muy especial y muy natural. Era un niño muy inocente que repartía amor de forma genuina. Era una alma gentil. Aún no me creo que no esté respirando el mismo aire que nosotros”, valoró Saldaña.
El filme hace historia al presentar el primer personaje gay de la célebre franquicia (Hikaru Sulu, el papel de John Cho). “Me pareció excelente y me gusta la manera en que se hizo, muy natural”, apuntó la actriz, que escuchó las críticas de George Takei al respecto, quien considera que esa no fue la “ visión original ” de Gene Roddenberry, creador de Star Trek.
Takei, homosexual en la vida real, interpretó a Sulu en la popular serie de televisión de la década de 1960 y en las películas antiguas.
“Sabíamos que incomodaría a algunos, aunque no sabría decirte por qué. Lo de George me sorprendió, pero no creo que esté viendo lo bueno que va a venir de esto. Creo que no separa su vida personal del personaje que creó. Me parece un regalo para el personaje”, sostuvo.
Saldaña lamenta que en la sociedad actual haya tanta “negatividad”, y aunque admite que EEUU está viviendo un momento terrible en cuanto a actos criminales marcados por el odio, comparte el mensaje del presidente estadounidense, Barack Obama, de que la población no está tan dividida como parece.
“Este es un país increíble. Soy una mujer de color, he viajado mucho y en varios lugares me han tratado sin respeto. Cada vez que vuelvo a casa me siento agradecida de ser estadounidense. Lo que está ocurriendo ahora va a traer un mensaje de limpieza”, aseguró. “La tierra siempre se limpia. La suciedad ha ido subiendo y ya nos ha alcanzado. Es tiempo de sacarla”, subrayó.