“Y es difícil para mí conocer todo el trabajo que fue hecho (para dar caza a Bin Laden), de conocer todas las personas que trabajaron” en la misión y admitir que “todo lo que hubo allí no se puede contar en una película de dos horas”.
“La gente hace su propio juicio. Ciertos pasajes dan una imagen fiel de cómo funcionan las operaciones de inteligencia”, opinó Panetta, para acotar enseguida: “Pero el público también debe entender que esto no es un documental, es una película”, añadió con una sonrisa.
La película, con Jessica Chastain en el papel de la analista de la CIA cuya obstinación ayuda a descubrir el escondite de bin Laden, ha generado elogios de la prensa norteamericana por el tratamiento excepcional de un tema delicado, pero también los reproches de algunos parlamentarios que lo acusan de hacer apología de la tortura.
Las “técnicas de interrogatorio bajo presión”, como el tradicional ’submarino’ (simulacro de ahogo en un tanque de agua), que desempeñan un papel importante en la primera parte de la película, ¿realmente han ayudado a localizar a Bin Laden?, se le preguntó a Panetta.
“La caza de Bin Laden representa diez años de trabajo en el que diversos elementos fueron recogidos. Es indiscutible que algunos elementos son el resultado de algunos de esos métodos”, confesó Panetta.
Consultado sobre si se podría haber culminado con éxito la misión contra el número uno de Al Qaida sin haber contado con esas técnicas de interrogatorio o torturas, Panetta sostuvo que “creo que le habríamos encontrado incluso sin esas piezas del rompecabezas”, dijo el ex jefe de la CIA.
El líder de Al Qaida fue asesinado en mayo de 2001 en un asalto a su refugio en Abbottabad, Pakistán, por parte de un comando especial de operaciones de Estados Unidos (SEAL).