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MADRID (EFE). El maestro italiano del cine ofreció una clase magistral asegurando que él no es “director de fotografía”. Insistió en que el cine es un “tríptico” formado por “la escritura, la música y la imagen”.
“El término de director de fotografía es erróneo. Se debe respetar a los que son directores de verdad. El término más correcto seria el inglés ‘cinematographer’, que viene de las palabras griegas “kiné” (movimiento) y ‘grafos’ (imagen): mi trabajo es escribir con la luz”. Hijo de un proyeccionista de cine, Storaro (Roma, 1940) se inició en la fotografía a los 11 años y estudió cinematografía a los 18 en el Centro Sperimentale di Cinematografia, con una educación basada “en el blanco y negro”. En el cine comenzó como asistente de producción, pero pronto conoció “la literatura que proporciona la cámara” y encontró una “afinidad creativa” con ella. En su clase magistral a los alumnos de la ECAM, Storaro repasó su brillante carrera, jalonada con tres Óscar, un BAFTA, un Emmy, un Premio de Cine Europeo, un Globo de Oro a toda la carrera o un premio técnico en Cannes por la espectacular fotografía de “Tango“, de Carlos Saura. Comenzó por uno de sus primeros trabajos, “Giovinezza, Giovinezza” (1969), de Franco Rossi, y por su colaboración con Bernardo Bertolucci, a quien conoció a los 24 años y con quien realizó “Il conformista” (1979). “Con este filme quería representar esa relación conflictiva y armoniosa entre luz y sombra”, explicó Storaro, que colaboró con Bertolucci en otras películas míticas como “Ultimo tango a Parigi” (1972), filme para el que eligió la fotografía por intuición, porque aún no conocía “el simbolismo de una luz artificial muy cálida”. El italiano también recordó a Francis Ford Coppola, con quién trabajó en “Apocalypse Now” (1979), su primer premio Óscar, a los que le siguieron otros dos premios por su trabajo en “Reds” (1981), de Warren Beatty, y “The Last Emperor” (1987), de Bertolucci. Storaro mencionó sus numerosas colaboraciones con Saura, entre las que destacó la última con el cineasta español, que fue además ó su primer experimento digital en la película “Flamenco, Flamenco” (2010). Después de ese trabajo no quería hacer nada más -“no me sentía cómodo con ningún proyecto“, aseguró hasta que le llamó Woody Allen“, con el que hizo “Café Society” (2016) y “Wonder Wheel” (2017) y en las que experimentó con el formato digital HDR. “Tenemos que dar un impulso a la industria cinematográfica para que el público vea exactamente lo que hacemos“, señaló Storaro, que está en contra de la lucha entre lo digital y lo analógico y que propone “la unión de la industria para mejorar el sistema hacia el progreso”. Storaro ha llegado a Madrid para un homenaje a Carlos Saura y ser investido profesor honorífico de la ECAM