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LOS ANGELES (EFE). La actriz, de 53 años, siente que está "viviendo un renacimiento“. Ella derribó las puertas de Hollywood hace una década con su fulgurante aparición en el drama “Doubt” (2008), por el que obtuvo la primera de sus tres nominaciones a los Óscar.
“Me veo sorprendiéndome a mí misma y explorando otros niveles de mi potencial“, comentó la actriz, que este fin de semana ha estrenado “Widows“, un drama repleto de acción con la firma del británico Steve McQueen (“12 años de esclavitud”) que, aunque parezca mentira, supone su primer papel protagonista en una cinta comercial de Hollywood.
“No me habían confiado un papel así hasta ahora y siento que es una bendición que finalmente me haya llegado con 53 años“, explicó Davis. “Esta película me va a exponer a un público más amplio, pero yo realmente estoy feliz de que sea a través de una película con un reparto tan diverso y tan femenino. Hay mucha innovación en este proyecto y creo que es importante“, añadió.
“Widows” deja claras sus intenciones desde la primera escena: una secuencia íntima donde los personajes de Davis y Liam Neeson se besan apasionadamente. “En la historia del cine, no hemos visto apenas parejas interraciales de mediana edad en la cama. A las mujeres de color tradicionalmente nos han relegado a papeles donde su sexualidad estaba ausente. Y aquí, la película empieza así, con una imagen poderosa“, razonó la intérprete.
Después, McQueen presenta a una banda de criminales llevando a cabo un crimen y muriendo en su confrontación con la policía, lo que da pie al motor de la historia: sus viudas, amenazadas de muerte, se unen al descubrir que sus maridos han dejado una amplia deuda económica por saldar.
Se trata del primer proyecto de McQueen tras el éxito de “12 Years a Slave“, ganadora de tres Óscar, incluido el de mejor película.
“Habría dicho sí a cualquier historia que quisiera hacer Steve porque amo su cine. Es alguien con una visión compleja y amplia de la vida y tenía claro que, con la ayuda de Gillian Flynn (la guionista de “Gone Girl”), iba a tocar temas sociales delicados. Ha sido un gran viaje y esas son las cosas que busco: diferentes y que me despierten los sentidos“, declaró.
Y aunque la trama del filme trace un panorama sombrío de la sociedad estadounidense -la historia, adaptada de una serie británica de la década de 1980, se desarrolla en el Chicago actual-, con énfasis en la corrupción política, la pobreza y la brutalidad policial, Davis es optimista de cara al futuro.
“Tengo que serlo. O eres optimista o mueres. Eso es lo que te hace levantarte cada mañana. La búsqueda de la felicidad sigue siendo el objetivo de este país y lo bueno es que así se estableció por escrito en 1776“, indicó la actriz en alusión a la conocida frase de la Declaración de Independencia de EE.UU. “Si a alguien se le olvida, siempre está ahí para recordárnoslo“, añadió.
A falta de papeles protagonistas hasta ahora, Davis, que ha aparecido en películas como “The Help“, “Prisoners“, “Ender’s Game” o “Suicide Squad“, encontró acomodo en la televisión, donde cada semana desde 2014 encandila a millones de espectadores con “How to Get Away With Murder“, de la cadena ABC.
“La televisión está viviendo una época dorada y atrae a los mayores talentos“, declaró. “Antes nadie se atrevía ni a tocarla. Solía ser algo tabú. En mi juventud había cuatro cadenas. Hoy en día, gracias a las plataformas digitales, se hacen como 400 series al año y estar en la televisión se ve como algo sexy. Escriben papeles a medida para ti, cuando en una película lo normal es que no seas la primera opción para un papel“, señaló.
Davis considera que el cambio en el cine, aunque sea más lento, también se producirá. “Muchas mujeres, como yo, han formado productoras (JuVee Productions en su caso) y estamos buscando el material que nos interesa. Estamos tomando el control“, concluyó.