La cinta, de estreno este viernes en EE.UU., es un relato basado en hechos reales dirigido y escrito por Ronald Krauss acerca del camino que emprende una joven sin hogar (Hudgens) hacia la maternidad, forzada a abandonar a su abusiva madre (Dawson) y sin el apoyo de su padre, un exitoso ejecutivo de Wall Street (Brendan Fraser).
Apple, la protagonista, trata de sobrevivir bajo esas circunstancias y, en el proceso, conoce a un extraño que la dirige al lugar que finalmente supondrá su salvación: un albergue para adolescentes sin techo, donde aprenderá a ver su futuro con claridad y esperanza.
“Pasé dos semanas en un albergue antes de empezar a rodar”, dijo Hudgens, “y estoy muy agradecida de que mi director me pusiera allí, porque me permitió entender a estas chicas y tener una clara idea de cómo son sus vidas, sus problemas y sus preocupaciones”.
“Transformarme en Apple fue un viaje tremendo. Crear a alguien tan lejos de quien soy fue emocionante. Es el papel más duro de mi carrera, sin duda, y al que más esfuerzos he dedicado”, reconoció la actriz de 25 años, una exestrella infantil de Disney que parece romper definitivamente con su imagen angelical gracias a papeles arriesgados como este o el de Spring Breakers (2012).
La que fuera reina adolescente con la franquicia High School Musical asegura que no está tomando estas decisiones artísticas para alejarse de la etiqueta de estrella juvenil, sino para “crecer y abandonar” su zona de confort.
“Estoy orgullosa y feliz de los trabajos que he hecho hasta ahora”, manifestó Hudgens, que a pesar de lucir su físico alegremente en Spring Breakers, por ahora no ha traspasado la barrera de aparecer desnuda en una película.
“Tengo unos valores que mi carrera pone a prueba, pero cada actor traza una línea que es muy personal y que es bueno conocer”, sostuvo Hudgens, cuya amistad personal con Dawson resultó decisiva para que la intérprete de origen puertorriqueño se sumara al proyecto. De hecho, fue Hudgens quien ofreció a Dawson dar vida a su madre en la cinta. Ambas aparecen en el filme prácticamente irreconocibles gracias a su transformación física.
“Entendió el papel, se desmelenó y las dos fuimos al límite”, declaró. Tanto fue así que a Hudgens le costó mucho desprenderse del personaje una vez que concluyó el rodaje, hasta el punto de que le pasó factura a su salud. “Apple fue todo lo que conocí durante mucho tiempo. Cuando acabamos, estaba llena de inseguridad. No me reconocía. Pasó mucho tiempo hasta que pude rehabilitarme”, reconoció la actriz.
En cambio, Dawson no necesitó descender a propósito a ningún infierno porque lo conoció perfectamente en su infancia en Nueva York a finales de los 80 y comienzos de los 90, un ambiente donde creció rodeada de adictos a la cocaína, incluidos familiares suyos.
“Mi vida ha sido un sueño porque a los 15 años empecé a trabajar como actriz y tuve una madre que me dio todo su apoyo y amor”, explicó. “La estadística decía que no debía haber conseguido nada y por ello ahora trato de devolver mi gratitud e intento ayudar a la comunidad a través de la organización Voto Latino”, agregó.
Dawson, que dará vida a la activista Dolores Huerta en Chavez y repetirá con Robert Rodríguez en Sin City: A Dame to Kill For, quiso asegurarse de que June, su personaje, era algo más que “un monstruo” o, sencillamente, “la mala de la película”.
“Quería entender sus motivos y creo que si el espectador conecta con la historia de Apple, también lo hace con el de June porque ella pasó antes por esa tragedia. Se quedó embarazada y tampoco tuvo el apoyo de nadie. Es un ser horrible, pero entiendes su viaje emocional y puedes sentir algo de compasión por ella al final”, concluyó.