TV en el recuerdo: “Sombras en la noche”

Mitos guaraníes y creencias populares atraparon a los paraguayos en “Sombras en la noche”, el unitario que batió récords de audiencia en sus distintas temporadas.

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Historias de figuras mitológicas como el Pombero, Luisón, Jasy Jateré, entre episodios de “plata yvyguy”, “poras” (fantasmas) y “payé”, fueron protagonistas de Sombras en la noche, el recordado unitario que Canal 13 emitió entre 1993 y 1996.

Figuras como Beto Ayala, Rubén Vysokolán, Jesús Pérez, Ramón del Río, Margarita Irún, Mercedes Jané, Alicia Guerra y Lourdes García se ponían en la piel de criaturas que vivían situaciones fantásticas, más allá de la realidad.

En 1991, la actriz Clotilde Cabral conocía al actor uruguayo Carlos Tarabal, quien se iniciaba en las tablas y buscaba incursionar en la TV paraguaya. “Fue unánime la idea de hacer algo sobre nuestros seres mitológicos, solo discutimos cómo encarar el tema. Primero pensamos hacerlo periodístico, documental y finalmente logramos llegar a un acuerdo. Llevamos la idea a Hernán Jaeggi, quien guionó las historias y salió lo que fue Sombras en la Noche”, comenta.

La actriz –quien, junto a Tarabal, tuvo a su cargo la dirección artística– guarda en sus recuerdos el primer capítulo, que llevaba la voz en off de su madre, registrada también en el título de ese capítulo: Lucía y el Pombero. “Mi recorrido solitario y entusiasta por los dos canales de TV: Canal 9 y Canal 13, y la vez que don Néstor López Moreira miró el piloto y lo aceptó de entrada, dándonos el espacio en Canal 13”, recuerda.

Los recuerdos la trasladan a los sets de grabación, entre sus compañeros actores, el equipo técnico y de producción. “Pasamos cientos de fines de semanas grabando capítulos tras capítulos, madrugadas enteras con lluvia, frío, tormentas, siestas calurosas, hormigas, mosquitos y esterales. Luna llena, atardeceres con tremendas puestas de sol, pero siempre con alegría y buena onda”, aseguró.

Sombras en la noche tuvo su inicio el martes 1 de junio de 1993, a las 23:00, con repeticiones en enero del '94, los sábados a las 13:00. En agosto de 1994, el programa se trasladó a los domingos a las 23:00, para dominar el rating después, los domingos a las 18:00. “Así seguimos un ciclo de cuatro años, pasando por diferentes productoras. Desde Video Data Televisión, con Muñeca Lacasa y Sergio Mancussi, por Lacasa Producciones con Mario y Fredy Lacasa, Alta Producciones, con Carlos González Brun (Pata Pila) y Juan Carlos Maneglia”.

Entre las distintas actuaciones, Cabral recuerda especialmente la actuación de Silvio Rodas en el capítulo de El sida; a Jorge Báez, en el capítulo de El abuelo y la plata yvyguy; a Miguel Gómez, en Bebo y la plata yvyguy, y Rubén Vysokolán en El Tonto del Pueblo.

“¡Son tantos capítulos y tan buenos actores y actrices que sería injusto nombrar solo algunos!”, dirá después, antes de enunciar una extensa lista, que incluye a figuras como Arturo Fleitas, Amada Gómez, Patricia Reina, Jorge Ramos y Regina Bachero, entre muchos otros.

Por aquellos días –eran tiempos de VHS– la producción audiovisual local era más que incipiente… Es por eso que el programa marcó una época y dejó huellas en la ficción televisiva nacional. “Cuando uno tiene ganas, oficio y amor a lo que hace, las dificultades casi ni se notan. Todos los fines de semana era una aventura y un descubrir historias nuevas con distintos personajes y locaciones. ¡Era fascinante!”, cuenta la actriz.

“En la parte técnica, teníamos dificultades por falta de rubro. Grabábamos con una sola cámara, unas pocas luces y un micrófono, pero la creatividad y el profesionalismo de nuestros camarógrafos, técnicos y actores hacían que todo fuera más fácil. Así, grabábamos un capítulo de 48 minutos en escenarios naturales, en una noche y un día, con escenas de exteriores, día y noche, interiores, cementerio, arroyos, calles, etcétera. ¡Era una aventura!”.

El programa siguió durante tres años, en coproducción. En su cuarto ciclo, en 1996, Cabral llevó sola el proyecto hasta 1997, cuando surge Nuestros fantasmas. El nuevo ciclo proponía temas de denuncia social, con temáticas como la incomunicación, el aborto, la injusticia, la violencia contra la mujer, las drogas, el suicidio, entre otros. “Todo esto siempre acompañado de un ser mitológico o de leyenda con historias paralélelas que dejaban un mensaje al televidente”.

Las dificultades que debió atravesar Sombras… incluyó las extensas horas de edición y subtitulado (“¡Al día siguiente tenía que ir a trabajar, a veces sin dormir!”, dice Clotilde). La dificultad de conseguir auspiciantes también fue tarea mayor. “Era una verdadera lucha conseguir llegar a cubrir el presupuesto. Finalmente, llegamos a estar durante diez años ininterrumpidos, con un rating altísimo”, agrega.

Para Cabral, Sombras en la noche significó –en su tiempo– que “nada es imposible y que con perseverancia, creatividad, profesionalismo y mente positiva, todo es posible”.

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