Tras “Breaking Bad”, Aaron Paul se pone al volante

LOS ANGELES. Brazo derecho inolvidable de Bryan Cranston en la serie de televisión “Breaking Bad”, el actor Aaron Paul encontró su camino en el cine con “Need for Speed”.

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La adaptación del célebre videojuego del mismo nombre, que se estrena esta semana en varios países de América Latina y a principios de abril en España, es la primera película de Aaron Paul desde el final de Breaking Bad, que terminó en septiembre después de cinco temporadas.

“Yo, literalmente, comencé esta película el día después de mi último día en Breaking Bad”, explicó el actor días atrás a periodistas en Los Ángeles. “Había un avión especialmente fletado esperándome, subí, nos fuimos a Mendocino (California) y empecé a las 06:30 de la mañana”.

Aaron Paul, de 34 años, tiene una larga carrera de papeles secundarios en cine y televisión, pero se hizo famoso gracias a su personaje de Jesse Pinkman, que le ayudó a conseguir el protagónico de Need for Speed.

En la película, dirigida por Scott Waugh y producida por Steven Spielberg, Paul interpreta a Tobey Marshall, un mecánico honesto y justo, as del volante, que acepta participar en carreras de autos para vengar la muerte de un amigo y salvar a su taller en quiebra.

El papel ciertamente está en las antípodas del poco respetable Jesse Pinkman, fabricante y distribuidor de metanfetaminas en Nuevo México.

“Esa era la idea: tratar de hacer algo lo más diferente posible de Jesse Pinkman. Y para el futuro, quiero hacer algo que no tenga nada que ver con Tobey Marshall”, dijo, antes de evocar las diferencias entre los dos papeles.

“Jessie es un personaje que nunca logra encontrar su lugar hasta que realmente lo descubre hacia el final de la serie”, observó. “Mientras que Tobey Marshall es un tipo muy sólido, con los pies en el suelo, muy apasionado”.

El actor, a quien se podrá ver al final del año en la épica Exodus, de Ridley Scott, espera que Need for Speed tenga una o más secuelas, para poder “profundizar en el pasado de Tobey”.

Una hipótesis muy factible, si se tiene en cuenta el atractivo que tienen para el público las películas de acción a gran velocidad, como la saga de Rápido y Furioso, que acumula en seis entregas ingresos globales de más de 2.300 millones de dólares.

Fue Waugh, un ex doble de riesgo conocido por dirigir la película sobre los Navy Seals Acto de Valor, quien impuso la estética de Need for Speed, inspirada en las famosas películas de autos de finales de los años 1960 y comienzos de los años 1970, y en el icono de la época: Steve McQueen.

“Realmente quería asegurarme de que todo fuera real”, dijo el director. “Soy un gran fan de Vanishing Point (1971), The French Connection (1971), Bullitt (1968) y Grand Prix (1966). Ellos hacían todo delante de la cámara, todo era verdad y los actores conducían”.

“En los últimos años, todo ha quedado relegado a efectos especiales digitales que se podrían hacer en la vida real”, dijo. “Puedo entenderlo en una película en el espacio y en la que se debería filmar sin gravedad, pero no en una película de autos”.

La condición sine qua non para que Paul se quedara con el papel de Tobey Marshall era que fuera “a una escuela de dobles para aprender a conducir”, contó el director.

El actor no dudó un segundo. “Al final del primer día, yo ya hacía (giros a) 360 grados. Todos pueden tomar lecciones de conducción, es muy divertido. Una vez que se entiende el mecanismo del freno de mano es súper simple”, aseguró Paul.

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