La estrella estadounidense se tomó su tiempo con los miles de fans mientras paseaba por la alfombra roja camino a la Ópera de Viena, donde tuvo lugar la presentación mundial de la película Misión Imposible: Nación Secreta. Vestido con vaqueros y camisa negra y repartiendo sonrisas, Cruise firmó autógrafos, se dejó hacer cientos de fotos y estrechó las manos de muchos de los que habían estando esperando durante horas para ver al actor.
“Estoy muy orgulloso de lo que creo que hemos logrado con esta película”, explicó Cruise. “Me siento tan privilegiado de haber hecho cinco de ellas, son películas muy difíciles, con muchos desafíos. Cuando las estoy haciendo siempre pienso en la audiencia, en qué les va a entretener, qué puedo hacer para empujar hacia el siguiente nivel”, declaró.
En Misión Imposible: Nación Secreta, el agente Hunt y sus compañeros de la agencia ultrasecreta IMF se enfrentan al Sindicato, una malvada organización que busca cambiar el orden mundial mediante el terrorismo. En su lucha por impedirlo, Hunt se sube en marcha a un Airbus A400m y vuela agarrado a su costado por un buen rato; se lanza en moto a 190 kilómetros por hora por una carretera de montaña; y casi se ahoga tratando de robar información de una inexpugnable “caja fuerte” informática. Y todo sin abusar de los efectos especiales y con un Cruise que, a sus 53 años, insiste en implicarse totalmente en las escenas de acción y en hacer la película lo más real posible.
“Así es como lo hago. Siempre, durante toda mi carrera he impulsado hacerlo así. La imagen generada por computadora queda fantástica en ciertas películas, pero quiero poner a la audiencia justo dentro (de la película) lo mejor que puedo”, declaró Cruise cuando atendió a los medios en la alfombra roja.
La escena del avión es especialmente impresionante, porque es real. Cruise se colgó mediante un arnés del lateral de la aeronave mientras rueda por la pista y despega, una escena que él mismo calificó de loca y divertida y que repitió ocho veces hasta tener el material necesario.
Con las ventajas de la imagen real frente a la computerizada estuvo de acuerdo Christopher McQuarrie, el director de la cinta. McQuarrie aseguró que hay una “reacción más visual cuando se sabe que lo que se está mirando es real”, aunque apostó por combinar la imagen auténtica con los efectos digitales.
El cineasta, que ha colaborado ya, bien como director o bien como guionista en cinco películas de Cruise, aseguró que cada vez que termina una película juntos sienten que han aprendido “algo nuevo” y que no pueden esperar para usarlo en la próxima.
Junto a Cruise, repite papel por tercera vez en la serie de Misión Imposible el británico Simon Pegg, un comediante que se ha instalado en el mundo de los taquillazos de Hollywood con su presencia en las nuevas películas de Star Trek, y su próxima participación en el relanzamiento de Star Wars. Pegg es Benjamin Dunn, un técnico del IMF ascendido a agente de campo que pone la nota de humor en el filme.
“Benji no es un superhéroe, es un tipo ordinario que viaja con Ethan Hunt, este increíble superagente. Para la audiencia es bueno tener un personaje así, con el que pueden relacionarse, porque necesitas una forma de entrar en esos mundos tan exóticos y excitantes”, definió su papel.
La protagonista femenina es Rebecca Ferguson, que interpreta el papel de Ilsa Faust, una misteriosa agente del Sindicato cuyas verdaderas intenciones no están claras. Alec Baldwin, Jeremy Renner, Ving Rhames y Sean Harris, en el papel del malo de la película, completan el elenco principal.
La película se estrena en Paraguay este viernes.